Cómo dibujar el segundo libro después de la clase de arte de cuarto grado.
1. Elija un color de fondo gris, primero dibuje un camino sinuoso y luego dibújelo de acuerdo con el camino a casa. El camino es cada vez más lejano, cada vez más angosto y cada vez más borroso.
2. Al final del camino, dibuja el contorno del edificio. Debido a mi miopía, el primer edificio se puede pintar más grande. El segundo edificio es más pequeño debido a mi visión de futuro.
3. Dibuja una fila de ventanas grandes en el primer edificio y una fila de ventanas más pequeñas a la derecha. Elige negro. Las ventanas del segundo edificio son más pequeñas que las del primer edificio.
4. En el lado derecho de la carretera, dibuja formas irregulares en blanco para crear la apariencia de ventisqueros no derretidos en invierno.
5. Dibuja ramas y troncos gruesos sobre el ventisquero. A causa del frío invierno, todas las hojas se cayeron y las ramas quedaron desnudas. Si es necesario, puedes dibujar más árboles o arbustos pequeños.
6. Por último, dibuja la silueta de los alumnos cogidos de la mano en el camino. El contorno de los estudiantes tomados de la mano es negro. Dibuja el contorno de la tarde o tarde y completa el viaje a casa con tus compañeros.
Datos ampliados:
El viento frío sopla en los huesos y en el corazón de las personas, dejando nada más que frialdad.
Después de la escuela, levantó la cabeza y miró en dirección a su casa. El sol se está poniendo y la oscuridad está a punto de cubrir la tierra. Había 60 millas desde la sede del condado hasta su casa, y solo caminó una vez con su padre. Aunque las montañas eran altas y los ríos largos, él se embarcó resueltamente en el largo viaje de regreso a casa.
Caminando por un camino lleno de baches, nunca cambies tu intención original, nunca mires atrás y avanza. Hay menos peatones en la calle; el humo del cielo se ha disipado. Caminando por el pueblo, las luces del pueblo se encendían y apagaban. No hay barandillas al costado del camino, solo una persona caminando por el camino.
La luna ha salido, elevándose sobre las cabezas de las personas, brillando intensamente, iluminando los corazones de las personas. No había nadie en el camino, sólo él corriendo salvajemente. El viento era fuerte, respiraba entrecortadamente y tenía las piernas entumecidas. Lo único que no ha cambiado es su corazón que anhela calidez.
El camino poco a poco fue llegando a su fin, y solo quedaba un valle interminable por delante.