¿Es muy competitivo estudiar en el extranjero?
Sin embargo, existen otras presiones asociadas con estudiar en el extranjero.
Primero, la adaptación social
La comunicación lingüística es la base de la vida social. Imagínense si de repente viajaran en el tiempo (la palabra "viajar" no es una exageración para describir la experiencia de volar a un país al otro lado del mundo) a un país donde solo se habla un idioma y pocas personas entienden chino. No sólo hay que empezar a aprender un idioma para comprar comida, tomar el transporte público, hacer los deberes en clase y negociar el alquiler con los propietarios, sino que también hay que utilizar un idioma para encontrar trabajo, establecer buenas relaciones con jefes y compañeros, y mejorar tu autocultivo en tu tiempo libre. El protagonista de cualquier novela de viajes probablemente sea torturado hasta hacerlo pedazos. Incluso si usted es un padre, una persona de mediana edad con una carrera exitosa y una mentalidad positiva y saludable, si de repente vive en otro "planeta" sin nada y sus habilidades lingüísticas se vuelven "al nivel de un estudiante de primaria", ¿qué tan seguro está? ¿Eres capaz de soportar un cambio tan grande?
En segundo lugar, la presión académica
Sin mencionar que escuchar, hablar, leer y escribir son todos en inglés. Cuando su vida y su vida social son insatisfactorias, el único colmo de consuelo pueden ser los estudios académicos. Además, los chinos siempre han concedido gran importancia al rendimiento académico, lo que no quiere decir que no sea bueno. Lo malo es que el rendimiento académico es más importante que la salud personal. Las expectativas de los tutores y los padres pueden ejercer una mayor presión sobre los estudiantes internacionales. Debido a las diferencias en los antecedentes culturales y del sistema educativo, algunos instructores piensan que usted debería saber pero nosotros no "debemos saber", por lo que se malinterpretará como incompetencia, falta de responsabilidad y falta de progreso. Muchos estudiantes internacionales tienen miedo de contarles a sus familias cuando encuentran dificultades. Es inútil informar buenas noticias pero no malas, pero no pueden hacer nada. Cuando no logran "tener éxito" académicamente, lo que más temen es enfrentarse a sus padres y su inversión financiera, por lo que es más probable que los arrinconen.
El resto, como la presión emocional y la presión financiera, desde la perspectiva de alguien que la ha experimentado, son más estresantes que la competencia.