En la educación temprana y la iluminación, ¿cómo dejar que los niños aprendan a identificar los colores?
Los niños pueden hablar conscientemente a sus hijos sobre los dos colores gris y color a partir de los tres meses de edad. Cuando el niño tiene cuatro meses, ya es especialmente sensible a los colores. Cuando tienen 8 meses, les gustan especialmente los colores brillantes y no les gustan los colores oscuros. Generalmente les gustan los rojos y naranjas, pero no los colores fríos. Es especialmente fácil para los niños dominar el rojo y el amarillo a la edad de dos años. A estos dos colores les siguen el azul y el verde. El reconocimiento de colores también se vuelve más fuerte a medida que el niño crece. Los niños de tres años pueden identificar correctamente los cuatro colores básicos: rojo, amarillo, azul y verde. El niño los ha identificado con precisión.
¿Cómo debemos ayudar a los niños a identificar los colores cuando son pequeños? Primero dígale al niño de qué color es el artículo. Por ejemplo, si es rojo, debes señalar el objeto y decirle al niño repetidamente de qué color es ese rojo, y luego dejar que el bebé lo diga nuevamente. Sin embargo, con el paso del tiempo los niños podrán distinguir correctamente. En primer lugar, la iluminación temprana es difícil para los niños. Después de todo, los niños son juguetones por naturaleza y los niños de la escuela secundaria sienten curiosidad por todo. Por lo tanto, los padres deben disponer de una cierta cantidad de tiempo para tratar las flores. No deberían estar demasiado ansiosos. Siempre que les expliquen algunos conocimientos a sus hijos todos los días, definitivamente progresarán.
Muchos padres suelen utilizar juegos para acompañar el aprendizaje de sus hijos en su vida diaria, esto puede hacer que los niños sean más felices y tengan una comprensión abstracta del concepto de color. Por ejemplo, podemos imprimir pingüinos de colores en la computadora de casa, decirles a los niños de qué color son y luego hacer algunos sombreros de colores y reproducirlos repetidamente con cintas adhesivas para que los niños distingan los colores. A los niños también les gusta mucho este tipo de juego. No sólo les ayuda a aprender a distinguir los colores, sino que también tiene el beneficio de hacer que la relación entre padres e hijos sea más armoniosa. Los niños menores de 6 años suelen estar impulsados por la relación entre padres e hijos.