1000 palabras sobre la experiencia de entrenamiento militar para estudiantes de primer año
La corta pero hermosa vida del entrenamiento militar ha desaparecido silenciosamente. No tengo tiempo para mirar atrás, pero esas escenas inolvidables han quedado grabadas en mi mente para siempre. Aunque la vida del entrenamiento militar terminó apresuradamente, el sonido del silbato de ayer todavía parecía resonar en mis oídos, las fuertes canciones militares a menudo resonaban en mis oídos y la postura con uniformes militares todavía aparecía frente a mis ojos. La despedida es triste, pero no lloraré. Consideraré este entrenamiento militar como un recuerdo imborrable en el camino de mi vida.
A primera hora de la mañana, cuando el sol despierta el rocío dormido sobre las briznas de hierba, y cuando las golondrinas extienden sus alas sobre el hermoso arco del cielo, ya hemos aparecido felices en el patio de recreo, todos heroico y lleno de vitalidad. El instructor es muy estricto, mientras te muevas un poco en el equipo, no podrás escapar de sus ojos de halcón. El instructor es muy cuidadoso, si sus movimientos son un poco irregulares, nos ayudará con entusiasmo a corregirlos. El instructor es tan lindo que sonríe. Tan brillante como el sol.
El sol del mediodía quemaba la tierra y era doloroso permanecer en postura militar en el caluroso patio de recreo. Los alumnos están sudando, pero nosotros no hemos escapado a esta prueba. Estudiamos cuidadosamente las instrucciones del instructor de “tocar el silbato y ponernos firmes”, “detenernos y darnos la vuelta”, “ponernos firmes” y “ponernos firmes y gritar consignas”. Aceptamos valientemente el desafío y fortalecimos nuestra creencia en”. desafiándonos a nosotros mismos.
La tarde del séptimo día fue una emocionante fiesta de entrenamiento militar. Lo que más extraño no es el maravilloso baile de los alumnos, sino el baile con sonrisas de los instructores. Aunque el baile es sencillo y sencillo, nos hace sentir felices. Después de la fiesta, no pude evitar sentirme incómodo al pensar que el entrenamiento militar terminaría mañana. Aunque mi vida de entrenamiento militar es de sólo siete días, mis sentimientos por este lugar son cada vez más fuertes.
El entrenamiento militar es para nosotros una prueba y una experiencia de vida. El entrenamiento militar me enseñó qué son las órdenes, qué se debe hacer y qué no se debe hacer. El entrenamiento militar es un proceso de autoacondicionamiento. No debes rendirte por una pequeña dificultad, y mucho menos rendirte a mitad de camino debido al rigor del instructor. ¡Debemos luchar con un corazón fuerte, luchar duro y conseguir la victoria final!
Si la vida es un drama, entonces el entrenamiento militar es la escena más emocionante del drama. El entrenamiento militar puede cultivar nuestro espíritu trabajador, templar nuestra voluntad y ejercitar nuestro cuerpo.
Siempre hay algunas cosas sinceras en la vida que vale la pena coleccionar. La corta vida del entrenamiento militar nos hizo darnos cuenta de la fuerte voluntad de los soldados. Me gustaría recordar este recuerdo inolvidable. Estos son los tesoros de mi vida y los recuerdos más inolvidables de mi vida.