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Cómo brindar educación moral a los niños

1 y 1 cultivan la confianza en sí mismos de los niños. Para cultivar la confianza en sí mismos, dé más aprobación para que los niños puedan acumular confianza en sí mismos a través del aprecio. Debemos proteger los sueños infantiles y guiar a los niños para que ganen confianza creativa. Debemos cultivar las fortalezas de los niños, permitirles lograr pequeños logros en el estudio, la vida y el entretenimiento, y utilizar el éxito para fortalecer su confianza en sí mismos. Nunca sarcásticamente, ridiculices, acuses o discrimines a tus hijos. No puedes estar todo el día diciendo “tu hijo no tiene futuro” o “tu hija es una vaga”. Porque esto afectará gravemente a la autoestima y la confianza en sí mismo del niño. La confianza es el capital de toda la vida de un niño. Si un niño tiene confianza, incluso si está perdido, puede ver el faro a lo lejos entre las olas tormentosas, incluso si está perdido, puede confiar en la brújula para salir de la oscuridad de la vida en el denso bosque; Por el contrario, si te falta confianza en ti mismo, tus hijos se volverán tímidos y dejarán de luchar por sus hermosos ideales y deseos, tú te volverás confundido y mediocre, y perderás la confianza en tus estudios y tu carrera;

2. Cultivar la integridad de los niños. Si un niño es influenciado desde una edad temprana y desarrolla el hábito de mentir, afectará gravemente su desarrollo normal en el futuro. Por tanto, la educación familiar debe centrarse en cultivar la integridad y la integridad de los niños. Los padres deben dar ejemplo a sus hijos con su propia conducta. El primer maestro que cultiva el sentido de integridad de los niños son sus padres. Los niños a menudo aprenden la deshonestidad de sus padres. Por lo tanto, para que los niños sean honestos, los padres primero deben ser honestos con sus hijos. No hagas promesas fácilmente, no pidas deseos a la ligera, cumple tu palabra. Al mismo tiempo, eduque a sus hijos para que lo piensen dos veces antes de hacer promesas a los demás. Lao Tzu dijo una vez: "Es fácil decir algo, pero es demasiado serio para ser verdad". Las personas que hacen promesas rara vez las cumplen. Por lo tanto, se debe advertir a los niños que sean cautelosos antes de hacer una promesa a otros, que consideren su viabilidad y que no hagan ni rompan promesas a la ligera. Piensa en lo que realmente puedes hacer antes de prometerle a los demás; una vez que prometes algo, debes hacer todo lo posible para hacerlo bien. Si un niño miente, los padres también deben proporcionarle orientación y educación correctas. Nunca ayudes a tus hijos a encubrir sus errores o eludir responsabilidades. Hágales saber a los niños que el engaño y el ocultamiento pueden aprovecharse una o dos veces como máximo; sólo la calidad, el conocimiento y las habilidades honestas son los medios más confiables para ganarse la vida;

3. Cultivar los modales de los niños. La clave para cultivar la cortesía y la moralidad de los niños es que los padres den buenos ejemplos a sus hijos. El ejemplo de los padres es el mejor material didáctico. Si los padres quieren que sus hijos sean civilizados y educados, primero deben mejorar su propia calidad y ser un modelo a seguir para sus hijos en todas partes de la vida. Al mismo tiempo, se debe brindar a los niños oportunidades para expresarse, como permitirles tomar la iniciativa de recibir invitados, de modo que puedan comprender el significado de civismo y cortesía a través de la experiencia personal, y los padres puedan brindar orientación y ayuda para Las imperfecciones de los niños. El contenido central de cultivar la cortesía y la moralidad de los niños es regular el comportamiento civilizado de los niños. Los modales civilizados incluyen el lenguaje civilizado y el comportamiento civilizado. Los padres deben fortalecer la educación de sus hijos desde estos dos aspectos. Deje que los niños dominen expresiones educadas básicas, como "Hola, gracias, lo siento", etc. Deje que sus hijos desarrollen buenos modales, como cuidar la salud pública, vestirse apropiadamente y obedecer las reglas de tránsito.

4. Cultivar el sentido de independencia de los niños. El primero es cultivar buenos hábitos en los niños. Inculcar buenos hábitos en los niños desde pequeños, como ser ordenado y apagar las luces. Si tienes buenos hábitos, ¿por qué no tendrás éxito en tu vida futura? El segundo es cultivar un carácter aceptable para los niños. Un carácter sin aceptación es como una tapa; ¿cómo podrá resistir el rocío del cielo? Por tanto, es necesario cultivar la personalidad receptiva de los niños para que puedan aguantar y progresar día a día. El tercero es cultivar la virtud del trabajo duro y el trabajo duro en los niños. "La diligencia es meritoria, el drama es inútil". Debemos centrarnos en cultivar la capacidad de los niños para cumplir con su trabajo. Deje que los niños participen en trabajos duros y aprendan habilidades laborales simples.