Prosa sobre conocerte entre la gran multitud
Y me paré en medio del mar de gente, mirando a todos los que pasaban. Tal vez ni siquiera vi las caras de estas personas o ni siquiera supe sus nombres, así que me lo perdí. Pero no importa, porque pasar es codearse, y codearse es la primera vez.
Somos extraños en el vasto mar de personas, pero de vez en cuando hay una ruta que se cruza. Quizás a partir de este recorrido ya no seamos transeúntes, sino encuentro amistoso y conocido.
La intersección es una suerte, pero la gente siempre estará atada por algo llamado emoción. Nos dio una muestra de la vida, lavando nuestras frágiles almas una y otra vez. También nos permite encontrar amigos cercanos y hace que algunos transeúntes se conviertan en las personas más importantes de nuestras vidas. Sin embargo, las emociones a veces convierten cada primera mirada en una eternidad, fijada para siempre en nuestra memoria.
¿Qué es una reunión? ¿Es contacto visual? ¿O un ataque espiritual?
De hecho, el mundo es tan grande que no deberíamos encontrarnos por casualidad, pero el mundo es tan pequeño que estamos apretados en un infierno sin aire. ¡Luchamos entre la multitud, pero no pudimos escapar!
Reunirse en este momento se ha convertido en un lujo, los transeúntes se han convertido en extraños en este momento, y ustedes, que se enamoraron a primera vista, se han convertido en ustedes en este momento. ¡En el vasto mar de personas, somos los únicos que somos nosotros mismos!
Cada uno es él mismo, no importa cómo sea la vida, pero una vez que es arrastrado al vasto mar de personas, ya no es él mismo. Seremos pinchados por el acné a causa de la primera visión como una rosa, seremos erosionados por la noche porque pasamos junto a un transeúnte bajo la luz de la luna, seremos intoxicados por la ostentación porque nos perdimos un sorbo de vino tinto, y Estar siempre anhelando una mirada. Vivir en el pasado.
¡Que pare el mar y que todos nos reunamos! ¡Incluyéndote a ti mismo! Pero en la vida siempre hay transeúntes que decoran las flores por las que pasamos y conocemos a mucha gente, ¡lo cual está fuera de nuestro alcance!
¡Entonces seamos transeúntes y no nos encontremos con nadie! Pero entre nosotros, ¿qué es esto? Por muy grande que sea el mar, siempre nos encontraremos.
Si la vida es como la primera vez que nos conocimos, ¿por qué molestarse en dibujar abanicos con el viento otoñal? Es fácil de cambiar y es fácil de cambiar.
Como no puedes abrazar a todos en el mar de personas, debes aprender a decir adiós y mirar atrás, poner el corazón en este mundo y, en ocasiones, no olvidar cada primer encuentro.
El encuentro es un consuelo para el alma. Si no, sólo nos podrán abrumar las siluetas que vamos encontrando una a una en el inmenso mar de personas...
¡Amigos! ¡Preocúpate por todas las personas que conoces y no culpes a nadie por su pertenencia e indiferencia!
Porque te conocí en el vasto mar de personas, confiando únicamente en un sentimiento innato.
¡Estar cerca de ti en el vasto mar de personas es el llamado más afectuoso de mi corazón!