Salvar las suculentas hojas amarillas es una gran batalla. ¡Llévate los consejos que funcionan!
Si notas que las hojas de tu suculenta empiezan a ponerse amarillas y a caerse, puedes solucionar el problema.
Considera algunos pasos para tratar las hojas suculentas.
Ajusta tu enfoque.
Si notas que tus hojas carnosas se sienten húmedas y blandas al tacto, puede ser señal de que estás regando en exceso.
También es posible que tus plantas no se encuentren en la mejor ubicación con iluminación o temperatura controlada.
Si notas que este problema afecta a muchas hojas, es posible que no puedas solucionarlo con ajustes.
Paso uno: Asegúrate de que el tallo u hoja que cortes tenga al menos 5-8 cm de largo.
Paso 2: Déjalo reposar en un lugar cálido durante unos días para permitir que se formen callos en el área de la herida.
Paso 3: Busca una maceta nueva (especialmente si la planta vieja está enferma) y llénala con tierra que drene fácilmente.
Paso 4: Coloca las hojas en la tierra y cubre el extremo cortado con un poco de tierra.
Paso 5: Coloca la maceta bajo la luz solar directa, pero no le añadas agua.
Paso 6: Espera unas semanas a que la planta eche raíces.
Paso 7: A continuación, pincha la planta para ver si tiene raíces.
Paso 8: Una vez establecidas las raíces, riegue con cuidado.
Paso 9: Dejar escurrir la tierra y luego regar.
Con el tiempo, empezarán a crecer nuevas plantas y no será necesario deshacerte de las originales.
Cómo prevenir las hojas amarillas
Una vez que empieces a cultivar una suculenta nueva y saludable, debes hacer todo lo posible para cuidarla.
La parte más importante para evitar que caigan las hojas amarillas es colocar tus suculentas en el lugar correcto.
Conviene combinar las condiciones de iluminación con el control de la temperatura.
Utiliza una maceta más grande.
Al plantar suculentas, utilice macetas anchas y con un drenaje adecuado.
Si tu planta ya está en maceta, no es necesario que la trasplantes.
Ajusta tu calendario de riego
Dependiendo de la época del año necesitarás regar tus plantas con mayor o menor frecuencia.
Si la tierra se siente húmeda, no es necesario regar todavía.
A veces, regar o no regar una planta puede solucionar el problema de forma inmediata.
Puedes revisar tus plantas todos los días, pero no debes obsesionarte con ello.
Pero a medida que aumenta el tiempo, la carne también irá cambiando.
Las hojas de las suculentas pueden volverse amarillas o caerse por muchos motivos.
Afortunadamente, la mayoría de los motivos tienen que ver con el cuidado de las plantas.
Si puedes cambiar tu rutina de cuidados, podrás tratar la mayoría de estos problemas y podrás prevenirlos en el futuro.