Ser bueno pensando y realizando ensayos argumentativos.
Piensa detenidamente en un ensayo de 600 palabras. La práctica ha demostrado que sólo mediante un pensamiento diligente podemos comprender más profundamente y progresar más rápido. Todos somos estudiantes, por lo que es fundamental usar el cerebro y pensar mucho. Pero a algunas personas les gusta pensar mucho y a otras les gusta lo contrario. Un problema difícil, una persona que piensa diligentemente, se toma la molestia de pensar en ello, aunque le cueste mucho esfuerzo, todavía tiene que resolver el problema, lo cual es muy impresionante. Y la gente que es perezosa para pensar echa un vistazo rápido y piensa para sí misma: ¡Ay! ¡Tan difícil! La maestra va a hablar de eso mañana de todos modos, así que para qué molestarse. ¡Basta! Las consecuencias de no pensar se pueden imaginar: las personas que piensan mucho se sienten extasiadas cuando resuelven problemas. Aunque los pensadores perezosos comprenden, no comprenden tan completamente como los pensadores diligentes, y es difícil corregir las desviaciones en la comprensión. La razón es que no estás pensando mucho. Pensar mucho puede hacer que las personas que aman aprender sean más inteligentes. Las personas que aman aprender deben ser personas inteligentes, las personas inteligentes deben ser personas reflexivas y las personas reflexivas deben tener gran coraje, gran confianza y gran felicidad.
La gente siempre necesita pensar. Cada paso que des en el camino hacia el éxito debe ir acompañado de pensar en cómo avanzar a continuación, para no tomar un camino equivocado o tomar el camino equivocado. Pensar no sólo puede ayudarnos a darnos cuenta de nuestros propios defectos y mejorarnos constantemente, sino también a aprender mucho de la verdad de la vida. Las personas que piensan mucho tienen más probabilidades de tener éxito. Las personas exitosas piensan de manera más integral y todo está en pleno apogeo. Las personas que descuidan el pensamiento tratan las cosas con indiferencia y no pueden emitir juicios correctos.
Solo sabiendo pensar mucho podremos motivarnos a estudiar mucho con perseverancia y perseverancia, y mejorar la profundidad y amplitud sobre la base original.
Pensar es nuestro par de alas. ¡Extendamos nuestras alas y volemos hacia el océano del conocimiento ideal!