Ensayo sobre escuchar el viento y la lluvia por la noche
La alta temperatura de los últimos días era insoportable y la lluvia que se venía gestando desde hacía varios días llegó silenciosamente por la tarde, trayendo un poco de frescor. A mí que tengo miedo al frío, también me da un poco de alegría. Por la noche, al escuchar el sonido de la lluvia, no se oye ningún ruido, una rara armonía. Esperar a que regrese la belleza, llena de poesía, puede hacer realidad un hermoso sueño.
La gente que tengo cerca sabe que soy una persona hogareña. Los días de lluvia son realmente adecuados para quedarse en casa, sostener un libro que quizás no sea alto, poner música suave y sentarse en una mecedora. Es tan silencioso como olvidar el tiempo y el pasado. Todo sólo existe en el presente, la belleza de este momento, la tranquilidad de este momento.
La vida a veces es muy ocupada, tan ocupada que la gente se pierde. Quizás a algunas personas les guste, pero yo no soy una de ellas. No sé desde cuándo, no me gustaba, pero ya me he empezado a acostumbrar. Quizás fue forzado, quizás fue aceptado desde el fondo de mi corazón. Una vida pacífica es más bien un lujo que unas pocas personas realmente pueden permitirse. Tal vez cuando tu cabello se vuelva gris, te sentarás debajo del reloj y contarás las hormigas que se arrastran bajo tus pies, y estarás en silencio por un rato.
Somos un grupo de olas persiguiendo el tiempo, dejándonos atrás para dar la bienvenida al sol naciente. Algunas personas están dispuestas a esconderse en los lapsos del tiempo, mirar las coloridas espaldas de los demás y dejarse en paz.
La lluvia sigue cayendo, ligeramente húmeda y delicada. La llovizna golpea la ventana, besando las ramas y hojas verdes, como una pieza musical, resonando entre el cielo y la tierra. Los insectos también dejaron de gritar y se escondieron en cuevas profundas, durmiendo pacíficamente y somnolientos.
La belleza se quedó despierta hasta bien entrada la noche. Para los que tengo sueño, parece que nunca duermo lo suficiente. Es posible que la lluvia de esta noche haya traído un poco de somnolencia y los sueños llegaron más rápido, para que esta noche misteriosa no fuera en vano.
Escucha el viento y la lluvia por la noche, el sonido de la lluvia y el sonido del viento. El aire húmedo siempre lleva un toque de fragancia estacional.
Los dulces recuerdos de aquellos años calentaron mi tiempo y me quedé dormido plácidamente.