¿Cómo llegó Israel, un pequeño país con tierras áridas y frecuentes guerras, a convertirse en una "potencia innovadora"?
La primera es la política de Israel de cultivar talentos de alta calidad. Por ejemplo, la Universidad de Tel Aviv ha abierto un centro de innovación para impartir y explicar cursos de emprendimiento. Se autodenomina una "empresa de nueva creación" y muchas universidades de Israel han creado agencias de tecnología para ayudar y promover la transformación de los logros tecnológicos universitarios. Con la ayuda de estas medidas, el sistema de formación de talentos de alta calidad de Israel es muy sólido.
En segundo lugar, Israel tiene un muy buen sistema educativo y de investigación científica. Un gran número de empresas de alta tecnología han establecido centros de investigación locales o centros de I+D en Israel, lo que no sólo resuelve el problema del empleo de talentos locales de alta calidad en Israel, sino que también mejora el nivel de investigación y desarrollo científico de Israel.
Finalmente, el gobierno israelí ha invertido mucho en esta área y no ha escatimado esfuerzos para convertir a Tel Aviv en el centro de innovación de Israel, a pesar de que tiene un área de menos de 52 kilómetros cuadrados y una población de sólo 400.000. Pero aquí, un tercio de la población total son jóvenes de entre 18 y 35 años, 1 de cada 431 personas está iniciando un negocio y hay 19 nuevas empresas por kilómetro cuadrado, el mayor número de emprendedores per cápita en la ciudad del mundo.