¿Cuál es la escena más triste que has visto en un hospital?
En la sala de pediatría, vi muchos cuerpos pequeños, ya sea acostados en la cama o sostenidos por sus padres, pero no importa cuál sea la situación, sus expresiones Todos son tan dolorosos e indefensos. Algunos niños lloran de dolor y otros están en coma debido a una enfermedad grave. Al ver a estos niños, no puedo evitar pensar: antes de que hayan tenido tiempo de disfrutar de la vida, la enfermedad los ha privado de la alegría y la felicidad.
En segundo lugar, la impotencia y ansiedad de los padres
En la sala de pediatría, además de los propios niños, hay un grupo de personas más ansiosas e indefensas, y es sus padres. O se quedan junto a la cama del niño o esperan fuera de la sala. No importa cuál sea la situación, sus expresiones son muy ansiosas e impotentes. Algunos padres pierden el sueño porque están preocupados por sus hijos, y otros padres colapsan porque no pueden soportar el dolor de sus hijos. Al ver a estos padres, no puedo evitar pensar: todos lo están haciendo por este niño, pero no pueden ayudarlo a deshacerse del dolor.
En tercer lugar, los esfuerzos y luchas de los médicos
En la sala de pediatría, cada niño tiene uno o más médicos que luchan por él. Estos médicos son héroes anónimos. Utilizan su sabiduría y esfuerzos para brindar el mejor tratamiento a cada niño. Corren por la sala todos los días y estudian los últimos tratamientos todos los días. Sus esfuerzos y luchas son la mejor esperanza de cada niño para recuperar la salud. Al ver a estos médicos, no puedo evitar pensar: son las mejores personas del mundo porque están usando sus propias vidas para salvar las vidas de otras personas.
Cuarto, cuidado y calidez
En la sala de pediatría todo entristecerá a la gente, pero la presencia de algunas personas puede aportar cuidado y calidez a los niños. Por ejemplo, algunos voluntarios vienen a las salas y llevan juguetes y comida a los niños. Jugaron y charlaron con los niños, lo que les trajo mucha alegría y felicidad. También hay personal médico que se comunicará pacientemente con los niños para que se sientan atendidos y cálidos. Al ver a estas personas, no puedo evitar pensar: son las personas más hermosas del mundo, porque hacen que los niños se sientan cálidos con amor y cuidado.
En definitiva, la escena más triste del hospital son los niños en la sala de pediatría. Su dolor e impotencia son sumamente tristes. Pero también podemos ver mucha esperanza y calidez. Los esfuerzos y luchas de los médicos, el cuidado y la calidez de los voluntarios y la fuerza y el coraje de los niños necesitan nuestra atención y apoyo. Sólo así podremos hacer del mundo un lugar mejor.