Un poema en prosa sobre una hermosa noche.
Los transeúntes no deben entrar en pánico. Podrían ir a una cita o a un espectáculo. El rostro de todos está lleno de sonrisas, tridimensionales y hermosas bajo la luz. Las personas relajadas tienen mucho lenguaje corporal. Los amantes masculinos y femeninos se tomaban de la mano con fuerza, los amigos del mismo sexo caminaban uno al lado del otro y ocasionalmente sonreían y se daban palmaditas en los hombros. Al caminar entre esas personas, la calidez de la vida lo rodeará, lo tocará e incluso lo conmoverá.
Cada tienda por la que pasas se ha vuelto amable y accesible. En un restaurante de hot pot, puedes ver las risas llenando la mesa con el calor a través del cristal.
El atractivo color marrón de la sala de tartas parece oler la dulzura.
Vagando en la noche oscura, la ansiedad y el cansancio del día desaparecieron. Mi corazón poco a poco se despojó de su dura cáscara y se convirtió en un charco de agua, rebosante de felicidad y alegría.
Ninguno de nosotros puede escapar en el camino a seguir, así que corremos tan fuerte como podemos y nos apresuramos hacia adelante. Cuando la presión de la vida nos golpea, nos quejamos y no podemos evitar preguntarnos por qué no soy la persona feliz. ¿Realmente no eres tú o has rechazado la posibilidad de ser feliz? Siento que la mayoría de las veces lo que bloquea la felicidad somos nosotros mismos, como mirar atentamente el paisaje en la oscuridad. El paisaje está por todas partes, lo que falta es un corazón para descubrir el paisaje y percibir la belleza.
¡Esta noche, la noche es hermosa!