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En la gestión estudiantil, ¿cómo pueden los profesores criticar a los estudiantes sin que se sientan disgustados?

En la gestión estudiantil, ¿cómo pueden los profesores criticar a los estudiantes sin que se sientan disgustados? Analicemos este tema a continuación, con la esperanza de ayudar a los amigos necesitados.

Primero, investiga y comprende detenidamente antes de criticar.

Sólo a través de la investigación se puede expresar una opinión. Como docente, cuando los estudiantes cometen errores, deben investigar cuidadosamente, comprender las razones de los errores, criticarlos y educarlos. Sólo así los estudiantes que cometieron errores podrán aceptarlo verdaderamente. De lo contrario, los estudiantes rechazarán las críticas.

En segundo lugar, no critique a los estudiantes en público.

Todo el mundo tiene autoestima y los estudiantes tienen una autoestima y una vanidad un poco más fuertes. Los profesores descubren algunos comentarios y comportamientos incorrectos de los estudiantes en reuniones de clase o en lugares públicos y los critican y educan, lo que a veces daña la autoestima de los estudiantes, los avergüenza e incluso los deprime. En términos relativos, los profesores encuentran a los estudiantes en privado y mantienen conversaciones pacientes, serias y pacíficas basadas en las circunstancias específicas de los errores de los estudiantes. De esta manera, los estudiantes se sienten apoyados por sus profesores, lo que los motiva a estudiar mucho.

En tercer lugar, no critique a los estudiantes constantemente.

En el proceso de criticar a los estudiantes, los estudiantes deben comprender verdaderamente la naturaleza y el daño de sus errores y decidirse a hacer correcciones. No debe haber críticas repetidas en diferentes formas u ocasiones. No cometa nuevos errores por errores que ya han sido corregidos. Si las viejas cuentas se arreglan juntas, los estudiantes tendrán barreras psicológicas y cargas psicológicas. Temerán a los maestros, incluso los odiarán y, a veces, harán que otros estudiantes se sientan disgustados. Esta situación no es infrecuente en el trabajo docente diario.

En cuarto lugar, criticar y educar a los estudiantes para que no sean parciales.

Los profesores enseñan a los estudiantes. Los profesores no deben considerar los errores de los estudiantes como una burla deliberada y hacer que se sonrojen. Este tipo de comportamiento predispondrá a los estudiantes y ellos subjetivamente creerán que dichos estudiantes son malos y repugnantes. Por lo tanto, al criticar, pueden mostrar cierta unilateralidad o alardear de algunas emociones. De hecho, incluso si el maestro hace esto accidentalmente, los estudiantes sentirán que el maestro lo está criticando deliberadamente y poniéndoles zapatos pequeños. No confíes en el maestro por tanta tristeza o baja autoestima. Años de experiencia laboral han demostrado que los estudiantes a menudo evalúan a los profesores y prestan especial atención a cada crítica que hacen. Cuando los profesores critican y educan a los estudiantes, deben controlar sus emociones, organizar cuidadosamente su lenguaje y afrontar los errores de los estudiantes con comprensión, mente abierta y actitud amorosa. Sólo así, el aula es tu aula y los alumnos son tus alumnos.

En quinto lugar, preste atención a la diferencia entre crítica y acusación.

Educar críticamente a los alumnos para que sean tranquilos y sinceros, no hipócritas. La educación crítica tiene como objetivo calentar el corazón de los estudiantes, ayudarlos a corregir sus errores y educarlos ideológicamente. Por lo tanto, los estudiantes deben prestar atención al tono de crítica y educación, y el tono debe ser moderado para que los estudiantes no sientan que están siendo criticados o regañados. Cada palabra que diga el maestro debe ser poderosa. Relajando así la psicología reprimida de los estudiantes y eliminando el miedo. De esta manera, los profesores sentirán que se conocen bien y se sienten bien consigo mismos, por lo que podrán aceptar sus críticas, trabajar duro para corregir sus errores y respetarlos más. En el límite entre la crítica y la culpa, los profesores sólo pueden gestionar y educar mejor a los estudiantes mejorando constantemente su autocultivo.

En sexto lugar, prestar atención al arte de la crítica.

Imagínese, si no existe el arte de la crítica, sólo las simples y crudas reprimendas y los castigos corporales destruirán una gran cantidad de talentos, por eso debemos amar a cada alumno que comete errores, perdonar más, sonreír más, y cierta tolerancia.