La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos matemáticos - ¿El significado de una buena educación es enseñar a los niños a mirar la naturaleza humana en lugar de ser intimidados?

¿El significado de una buena educación es enseñar a los niños a mirar la naturaleza humana en lugar de ser intimidados?

¿El objetivo de una buena educación es enseñar a los niños a mirar la naturaleza humana en lugar de ser intimidados? ¿Cuáles son los beneficios de una educación con buenas intenciones? 1. Que los niños sepan cómo prestar atención y reducir la psicología rebelde. Un niño que sabe ser educado debe saber respetar. Sólo una persona que sabe prestar atención será respetada por los demás. Ya sea que estemos tratando con personas mayores que nosotros o con personas de nuestra misma edad, prestar atención es la mejor manera de facilitar la comunicación. Especialmente para los padres, la premisa para que muchos niños desarrollen una psicología rebelde es que ninguna de las partes sabe cómo prestarle atención. Y un padre que sabe comunicarse y respetar definitivamente será reconocido por sus hijos. Si los niños confían en sus padres, naturalmente no tendrán una mentalidad rebelde.

2. Sé compasivo y ayuda a los demás. No todo el mundo está naturalmente motivado para ayudar a los demás. Algunas personas se niegan a ayudar a otros porque son demasiado problemáticos. Cuando necesité ayuda, nadie me ayudó. Cuando un niño sencillo y amable trata a todos de manera justa, cuando otros encuentran dificultades, hará todo lo posible por pensar en lo dolorosos que son los demás en este momento, por lo que quiere dedicar su energía a ayudar a otros a salir de las dificultades.

3. Saber considerar a los demás. La clave para ser considerado con los demás es centrarse en una persona y ser amable. Este tipo de atención no es sólo respeto conductual, sino también atención espiritual. También comprenderán los pensamientos internos de otras personas, sentirán los sentimientos de otras personas y sabrán ponerse en el lugar de los demás. Este tipo de niños son más capaces de adaptarse a las diferencias del entorno que los rodea, porque sabemos desde pequeños que no todos piensan exactamente igual que nosotros. En este mundo, en realidad hay muchas personas con ideas diferentes, pero cuando nos enfrentamos a esas personas, debemos respetarnos unos a otros. No puedes obligar a la otra persona a estar de acuerdo con tu punto de vista, pero primero debes saber considerar los sentimientos de los demás.

2. Cómo enseñar a los niños qué es la verdadera bondad 1. También existen requisitos previos para que los niños puedan distinguir el bien del mal. El requisito previo es ser obediente y razonable. Las llamadas acciones personales simples y amables realizadas por una persona irracional son todas estúpidas y amables. Este tipo de bondad no sólo no ayuda a los demás, sino que en realidad destruye a las personas verdaderamente amables. Los padres deben educar a sus hijos en el sentido de que, cuando se enfrentan a objetivos sencillos y amables, deben hablar de las cosas desde una perspectiva racional en lugar de ayudar a quienes están en desventaja. La bondad debe "mirar la naturaleza humana", esos objetos escondidos en los fenómenos. Los defectos de muchas personas tienen un poder oculto, por lo que apoyar sin saber lo que está bien y lo que está mal es, en cierto sentido, enfermizo.

2. La bondad no significa debilidad. Si es necesario, a muchas personas con malas intenciones les gustaría tratar a los demás con sinceridad como una especie de debilidad y pueden ser intimidadas a voluntad. La mayoría de las personas que han sido acosadas por otros no comprenden el valor de este enfoque y, en ocasiones, optan por perdonar u olvidar. Los padres deben decirles a sus hijos que son de buen corazón y dar más a quienes merecen nuestra ayuda. Algunas personas que no son dignas de ser tratadas con sinceridad evitarán o se defenderán cuando estén a punto de intimidarlas activamente. Este tipo de contraataque es una defensa excesiva, no un daño a los demás. Si no está seguro, debe optar por decírselo al maestro o a los padres y dejar que una persona con más autoridad juzgue el asunto.