La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de japonés - Una visión general de los trabajos originales sobre el antiintelectualismo

Una visión general de los trabajos originales sobre el antiintelectualismo

Hofstadter definió detalladamente la inteligencia y los intelectuales, de donde se desprenden sus ideas. La inteligencia es un pensamiento límite crítico, creativo y contemplativo que puede examinar y sopesar pros y contras, y generar curiosidad, razonamiento, crítica, cuestionamiento e imaginación. Este es el dominio de escritores, críticos, escépticos, profesores, científicos, editores, periodistas, abogados y pastores. No basta con ser un “intelectual experto” en estos campos; hay que ser también una persona que defienda activamente valores como la razón, la justicia y la verdad. Es una lástima que la cultura práctica estadounidense nunca haya aceptado a los intelectuales. La educación y las habilidades de los intelectuales se consideran poder y privilegio. Los intelectuales son considerados un pequeño grupo de élites arrogantes, soberbias e hipócritas. Los genios son descritos como excéntricos. Si no se reconocen sus talentos, se les considerará simplemente inteligentes. Su visión del conocimiento se consideraba poco realista y su educación inútil. El énfasis en el conocimiento y la educación se consideraba desviado y probablemente degeneraría a la sociedad. Por el contrario, los antiintelectuales creen que el simple sentido común de la gente corriente es más preciso y avanzado que el conocimiento y las habilidades profesionales adquiridos en la escuela. En comparación con la educación, el corazón, la experiencia e incluso las viejas ideas sobre la religión, el carácter, la intuición y la moralidad de las personas son más adecuados como guías para la vida.

En cuanto a la educación, Hofstadter cree que en Estados Unidos, la educación pública extensiva no es para desarrollar la inteligencia o cultivar el orgullo por el aprendizaje, sino para los llamados beneficios políticos y económicos. No se considera que los niños desarrollen su intelecto, sino ciudadanos que son criados para ser seres absolutamente democráticos. Comenzó resumiendo el debate entre los educadores comunitarios sobre qué enseñar, especialmente en los primeros años, cuando la mayoría no iba a la universidad. La cita de Hofstadter sugiere que incluso si los estudiantes toman "demasiadas" lecciones intelectuales sin práctica, todavía obtienen beneficios prácticos. Es decir, si estudiamos cualquier tema en profundidad, podemos aprender a aprender cosas nuevas de él. El país debe ser liberado del egoísmo que obstaculiza la realización de una verdadera democracia. Pero la política no es la única razón, por importante que sea. También está el cultivo de la vida personal, la carrera y la mente amplia, lo que no sólo es beneficioso para el colectivo, sino también para el individuo. La actuación de Hofstadter demuestra una tensión entre intelectuales que sirven a todo el sistema, incluido el gobierno, la industria y otras industrias, con sus conocimientos y habilidades. Por otro lado, incluso si cooperan demasiado con la sociedad, les preocupará ser "traicionados" o ser asignados por las normas tradicionales. Hofstadter era optimista en cuanto a que sería posible adoptar una actitud justa hacia los intelectuales y utilizar su ingenio para obtener ganancias en cooperación con la sociedad, manteniendo siempre su independencia intelectual para que pudieran aplicar su pensamiento creativo para resolver problemas sociales, en lugar de simplemente seguir la multitud.