El examen de ingreso a la escuela secundaria después de la doble caída es tan emocionante y emocionante como abrir una caja ciega. ¿Qué deben hacer los padres?
El editor cree que los padres deben ver la política de doble reducción de manera dialéctica y deben dejar que sus hijos tengan buenos hábitos de vida. Al mismo tiempo, necesitan lograr que sus hijos se interesen en aprender y no pueden aceptar pasivamente la política de doble recorte. Aunque la política es fija, la línea de salida de los estudiantes en realidad no pertenece al mismo puesto. Si los niños quieren tener un buen desarrollo en el futuro, necesitan mejorar sus fortalezas en todos los aspectos y poder hacer frente a la feroz competencia en el futuro. Después de todo, el examen de ingreso a la universidad es un examen selectivo y excluirá a muchos niños que no son flexibles.
Los padres no pueden relajar la educación diaria de sus hijos. Para que los niños desarrollen buenos hábitos desde una edad temprana, deben tener cierta comprensión de su verdadero nivel y no pueden dejar a sus hijos solos. Si no sabe nada sobre su hijo, los padres pueden sorprenderse durante el examen de ingreso a la escuela secundaria. Cuando las personas se enteran de las calificaciones de sus hijos, se dan cuenta de que es demasiado tarde. El editor cree que los buenos hábitos son muy importantes. Los niños necesitan resolver problemas de aprendizaje por sí mismos, tener una base sólida y buena autodisciplina.
En general, los niños con una gran capacidad de aprendizaje pueden mantener sus calificaciones en un muy buen nivel, por lo que los padres no deben preocuparse demasiado. Los padres deben tener una visión a largo plazo de sus hijos. Los niños están en constante desarrollo y no siempre pueden concentrarse en sus calificaciones. Deben permitir que los niños se desarrollen de forma equilibrada en todos los aspectos y centrarse en el cultivo de hábitos. La concentración de los niños también es importante. Es normal que los niños no presten atención, pero los padres no pueden ser negligentes. Necesitan sujetar inconscientemente a sus hijos y no estar demasiado relajados.