¿Cómo evalúa el portavoz la situación actual de los refugiados?
Primero, responder activamente a los desafíos que plantea la epidemia a los refugiados. Como grupo especialmente vulnerable, los refugiados deberían recibir atención especial durante la epidemia. Los países deben implementar activamente las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, acelerar la respuesta de emergencia a las emergencias sanitarias, mejorar los sistemas de gobernanza de la salud pública y esforzarse por incluir a los refugiados en los sistemas nacionales de salud y los planes de respuesta a epidemias. Las agencias de ayuda humanitaria, como la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, deberían fortalecer la cooperación con la OMS y prepararse y responder a las emergencias en función del desarrollo de la epidemia, especialmente el posible repunte en otoño e invierno.
En segundo lugar, debemos adherirnos a un marco multilateral para abordar las cuestiones de los refugiados. Sólo cuando todos los países tengan un destino conectado y se unan y cooperen podremos derrotar la epidemia. Deberíamos aprovechar plenamente el papel de canal principal de las agencias multilaterales como las Naciones Unidas y la Agencia de la ONU para los Refugiados, implementar concienzudamente el Pacto Mundial sobre los Refugiados y los resultados del primer Foro Mundial sobre los Refugiados, y mejorar el sistema internacional de protección de los refugiados.
En tercer lugar, debemos comprometernos a solucionar las causas profundas. Los países deben responder activamente a la iniciativa global de alto el fuego del Secretario General de la ONU, respetar la Carta de la ONU, insistir en la solución pacífica de las disputas, promover la reconstrucción y el desarrollo nacional de posguerra y lograr una paz duradera. Se deben hacer esfuerzos para resolver los problemas de la pobreza y el desarrollo desigual y crear condiciones favorables para que los refugiados regresen a sus hogares de manera voluntaria, segura y sostenible.
En cuarto lugar, debemos adherirnos a los principios de objetividad y neutralidad en el manejo de los asuntos de refugiados. Los países y el ACNUR deben mantener la credibilidad del sistema internacional de protección de refugiados, dejar de otorgar estatus de refugiado a criminales y terroristas y evitar que el mecanismo de protección de refugiados se convierta en una herramienta para interferir en los asuntos internos.
En quinto lugar, debemos mejorar la capacidad de los países en desarrollo para hacer frente a los desafíos de los refugiados. El ACNUR debe tomar medidas efectivas para aumentar la representación del personal de los países en desarrollo, especialmente los países de Asia y el Pacífico, y lograr un equilibrio geográfico entre el personal lo antes posible. Los países desarrollados deben cumplir seriamente sus compromisos de ayuda, aumentar la asistencia humanitaria a los refugiados y ayudar a aliviar la presión sobre los países en desarrollo.
China concede gran importancia a la cooperación internacional en cuestiones de refugiados. Durante la epidemia, China informó rápidamente a la Oficina de Representación del ACNUR en China sobre la epidemia y estuvo discutiendo activamente con el ACNUR el apoyo a los esfuerzos antiepidémicos de los países africanos en el marco del Fondo de Asistencia para la Cooperación Sur-Sur. China continuará llevando a cabo cooperación humanitaria con ACNUR de diversas maneras en el futuro y seguirá apoyando a ACNUR para que haga mayores contribuciones para mejorar la gobernanza global de los refugiados.