¿Existe alguna forma de fortalecer la educación dietética de los niños pequeños?
En la vida diaria, cada familia tiene sus propios hábitos alimentarios, pero muchos hábitos son perjudiciales para el organismo, especialmente para los bebés y los ancianos, como los polisacáridos salados y grasosos. comida caliente. Piénsalo. ¿Cuáles son tus hábitos alimentarios habituales?
1. Una dieta ligera no debe ser demasiado rica ni roja. Coma más sabores ligeros, lo cual es bueno para la salud.
2. Los alimentos blandos y duros son los más difíciles de digerir, mientras que la carne a medio cocer duele el estómago y es muy fácil enfermar, por lo que a la hora de cocinar o beber hay que cocinarla antes de comer.
3. Come temprano: después de dormir toda la noche, tu estómago está vacío. Come algo por la mañana para animar tu espíritu, por lo que no debes saltarte el desayuno.
4. Masticar lentamente aumentará la carga sobre el tracto gastrointestinal y masticar lentamente es beneficioso para la digestión.
5. Coma comidas pequeñas con frecuencia: comer en exceso en una comida dañará el sistema gastrointestinal y otros órganos digestivos no desarrollados del bebé.
6. Adecuado para el calor: al estómago le gusta el calor y odia el frío, por lo que la comida debe estar caliente, con menos alimentos crudos y fríos. Independientemente de la estación, dé a los niños menos alimentos helados, lo cual es beneficioso para ellos. la digestión y absorción de los alimentos por el estómago.
Seis puntos para desarrollar buenos hábitos alimentarios en los bebés
Hay muchas formas de desarrollar buenos hábitos alimentarios en los bebés, pero la esencia son sólo algunos puntos. Los padres pueden brindar orientación según la situación real y las características del bebé.
1. Cumplir con los hábitos de higiene. Lávese las manos antes de las comidas, lávese los dientes después de las comidas y recuerde los hábitos de higiene alimentaria.
2. Reserva con tiempo. Trate de programar razonablemente un horario determinado para comer para su hijo, no lo adelante ni lo posponga a voluntad y fije la posición para comer del bebé.
3. El color, el aroma y el sabor son todos buenos. A los niños también les gusta comer comida deliciosa (pero sin muchas especias ni sabores fuertes) y también prestan mucha atención al color y la forma de la comida. No es necesario ser chef, pero sí ser una madre dedicada.
4. Predicar con el ejemplo. Para que a tu bebé le guste comer algo, tú también debes comerlo. Si a los padres no les gusta comer verduras, entonces, por supuesto, al bebé tampoco le gustarán. Si lo comes bien, a tu bebé también le encantará este plato.
La gestión de pasos es muy importante. Enumere los alimentos (bocadillos, etc.). ) Deje que los niños coman, coman menos y no coman, y déjeles claro qué pueden comer, cuánto pueden comer a la vez y cuándo pueden comerlo. Las mismas reglas se aplican para comer menos. Además, se deben dejar claras algunas cosas que los niños no pueden comer (puede que los niños no necesariamente lo sepan, pero los padres deben dejarlo claro). Cuando se trata de refrigerios, no adopte una actitud única o de laissez-faire. La clave es llegar a un acuerdo con su hijo e implementarlo claramente.
6. Método de inanición. Consuma comidas más pequeñas con más frecuencia. No es necesario dejar que el niño coma demasiado en cada comida, pero sí es necesario mantener el hambre del niño en un cierto nivel. Al mismo tiempo, permita que los niños participen en más actividades al aire libre para consumir energía y generar hambre, al mismo tiempo que fortalece su condición física y les hace amar comer.
Se necesita cierta cantidad de tiempo para desarrollar un hábito, así que presta atención a su implementación. Cultivar los hábitos de los niños requiere paciencia y cuidado por parte de los padres. Si podemos hacer esto, será inevitable que los niños crezcan sanos.