Las características de la imagen de Juana de Arco en la historia
En la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia (1337-1453), dirigió el ejército francés para resistir la invasión británica, apoyó la coronación de Carlos VII e hizo grandes contribuciones a la victoria de Francia. Posteriormente fue capturado por el ducado de Borgoña y comprado por los británicos por una gran suma de dinero. La Inquisición, controlada por las autoridades británicas, lo acusó de hereje y brujo y lo quemaron en la hoguera. Sólo 19 años.
Cuando las tropas británicas fueron expulsadas de Francia, la madre de Juana convenció al Papa Calixto III para que reabriera el caso de Juana y la reivindicó en 1456. Fue consagrada por el Vaticano 500 años después.
Juana de Arco se convirtió en una figura importante de la cultura occidental tras su muerte. Desde Napoleón hasta el presente, los políticos franceses han promovido su imagen de grandeza. Grandes escritores y compositores, entre ellos Shakespeare, Voltaire, Schiller, Verdi, Tchaikovsky, Twain, Bernard Shaw y Brecht, han creado obras sobre ella, y hasta el día de hoy se siguen desarrollando un gran número de obras basadas en ella.