¿Cómo vivieron los pekineses en la historia?
Su capacidad cerebral es del 75% de los humanos modernos y el doble que la de los simios. Pero según las imágenes copiadas por los arqueólogos de sus restos, todavía se parecen un poco a los simios: tienen la boca estirada hacia adelante, no tienen barbilla, sus narices son chatas, sus pómulos prominentes y dos gruesos huesos de la frente están conectados entre sí. como Cúbrete los ojos como los aleros. No caminaban con la cabeza en alto como los humanos modernos, sino con las rodillas ligeramente dobladas. Los habitantes de Beijing ya podían fabricar herramientas de piedra a principios del Paleolítico. Se excavaron más de 100.000 herramientas de piedra en las cuevas de la montaña Gulong. Estas herramientas de piedra estaban aplastadas con piedras y tenían extremos frontales afilados, que podían usarse para cortar ramas, cazar animales salvajes y cortar pieles de animales. La capacidad de fabricar herramientas es el criterio fundamental que distingue a los humanos de los simios. Los simios domésticos pueden utilizar herramientas, pero no pueden fabricarlas. Ser capaz de utilizar el fuego natural es una habilidad importante para los habitantes de Beijing para conquistar la naturaleza. El fuego se puede utilizar para ahuyentar la luz fría, acorralar animales salvajes y asar comida. Los alimentos cocinados favorecen el desarrollo físico e intelectual. La gente en Beijing vive una vida extremadamente difícil, a menudo pierden la vida a causa de los animales salvajes, los desastres naturales y el hambre. Sólo unas pocas personas viven más de 30 años, y aproximadamente un tercio de ellos sólo vive hasta los 13 o 14 años. Superaron tenazmente las dificultades, se transformaron y crearon una espléndida cultura antigua. Sus ricos restos aportan información importante para estudiar los orígenes de la humanidad y el surgimiento y desarrollo de la sociedad. Este sitio fue descubierto en agosto de 1921 por el geólogo sueco Anderson y el paleontólogo estadounidense y austriaco Dansky, y las excavaciones comenzaron en 1927.