Para expresar los pensamientos y sentimientos puros y nobles de las personas, la antigua Grecia de aquella época era especialmente meticulosa y piadosa a la hora de fabricar ramas de olivo de laurel, y tenía ciertas exigencias especiales: las ramas de olivo para tejer los laureles debían fabricarse en el templo de Zeus por un joven puro con padres vivos y pura sangre griega. Córtelo del árbol sagrado cercano. Después de una cuidadosa preparación, la corona de laurel también debe ser coronada en una gran ceremonia de premiación por el anciano más prestigioso de los juegos: la encarnación de Dios. Esta ceremonia de premiación se llevará a cabo frente a la estatua de Zeus. Al otorgar premios, los poetas recitan himnos a los ganadores, los músicos les tocan canciones y los oradores pronuncian discursos apasionados para elogiar y elogiar a los ganadores. Luego, el árbitro anuncia el nombre del ganador, su currículum, los resultados de la competencia, su ciudad-estado y los nombres de los padres de los atletas, y finalmente hay una gran ceremonia de coronación.
Además de este honor espiritual, los campeones olímpicos también disfrutan de algunas recompensas materiales y un trato preferencial, como una cabra, un trípode para cocinar, una lata de aceite para pintarse el cuerpo, etc. Pero las recompensas materiales son secundarias. El código también estipula que el ganador disfruta del privilegio de cenar con sus mayores y está exento de impuestos.
Los ganadores no solo recibirán premios del Congreso, sino que también recibirán muchos honores y premios en sus propias ciudades-estado. Cada vez que el ganador regresa a su ciudad natal, la gente lo recibe con alegría, cantando y riendo. El gran escenario y la cálida atmósfera son como el gran festival de su ciudad-estado. La gente incluso atravesó las carreteras de expansión de la ciudad y construyó el "Arco del Triunfo" o la "Camino de la Victoria" para los vencedores.