¿Qué gran dios puede hablar brevemente sobre la civilización sumeria?
1. El origen de la civilización sumeria El área de Sumeria dio origen a la civilización de las dos cuencas fluviales, que es la civilización de las cuencas de los ríos Éufrates y Tigris que hemos conocido en los libros de historia. Hace mucho tiempo, había una fértil llanura mesopotámica entre los ríos Éufrates y Tigris. En esta llanura se desarrolló una civilización antigua. Esta fue la civilización más antigua de Asia occidental y Oriente Medio. Los sumerios fueron los grandes creadores de esta civilización. Según los registros históricos, alrededor del año 3500 a. C., los sumerios ya habían cavado zanjas en las dos cuencas fluviales, se habían dedicado a la producción, mejorado la tecnología y llevado a cabo una vida social primitiva.
2. El desarrollo de la civilización sumeria La civilización sumeria fue una civilización urbana que ocupó una posición importante en la historia mundial. Fue el primer país en la historia del mundo en construir una ciudad. Entre el 4300 y el 3500 a.C., los sumerios establecieron muchas ciudades en Mesopotamia, como Uruk y Ur. El establecimiento de la ciudad también marcó la desintegración de los clanes en el sur de Mesopotamia y la transición a la civilización. Alrededor del año 3100 a. C., se habían formado docenas de ciudades-estado en el sur de Mesopotamia.
3. Características de la civilización sumeria Una característica muy importante de la civilización sumeria es su propia escritura. En una losa de piedra que data del 3500 a. C., los arqueólogos encontraron líneas y símbolos pictóricos grabados. Se trata de la escritura más antigua encontrada en el sur de Mesopotamia, llamada escritura cuneiforme. Además, la civilización sumeria era una civilización que dependía en gran medida de la agricultura de riego. En aquella época, su producción agrícola era relativamente próspera y se utilizaban arados desde el año 3000 a.C. También podrían utilizar metalurgia y tratamientos térmicos para afilar las herramientas de piedra.
Queridos lectores, ¿entienden?