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Documentos sobre la cuestión del Estrecho de Taiwán

El gobierno chino no puede esperar que Estados Unidos cambie sus estrategias y políticas hacia la provincia de Taiwán, pero debe estar preparado para una reunificación no pacífica. Sin embargo, la existencia de Estados Unidos es una realidad objetiva que China debe afrontar y no puede evitar. Debemos conceder gran importancia y fortalecer nuestra diplomacia con los Estados Unidos. Después de todo, Estados Unidos es un país con un sistema legal relativamente completo. Cuando tratamos con los Estados Unidos, debemos hacer pleno uso de varias leyes. Porque los principios legales están del lado de China y la justicia está del lado de China.

Desde una perspectiva intuitiva, las relaciones entre China y Estados Unidos han tenido giros y vueltas en el pasado, pero siempre han sido resistentes y siempre han vuelto a la estabilidad en medio de giros y vueltas, dando a la gente la sensación de que esta relación es extremadamente impredecible. De hecho, entre las principales relaciones de potencia después de la Guerra Fría, las relaciones entre China y Estados Unidos son de hecho las más complejas y están convirtiéndose en las más importantes. Para comprender esta importante y compleja relación, es necesario comprender varias características básicas de las relaciones entre China y Estados Unidos en el período posterior a la Guerra Fría:

Primero, se trata de una relación con un desarrollo político y económico desigual. . La relación política entre los dos países no es muy buena y los dos gobiernos tienen fricciones frecuentes. Pero si miramos retrospectivamente las relaciones políticas, las relaciones económicas y comerciales y los intercambios sociales y culturales entre China y Estados Unidos se han duplicado desde la Guerra Fría, y el contenido de las relaciones bilaterales es mucho más rico que durante la Guerra Fría. Según las estadísticas aduaneras chinas, el volumen comercial entre China y Estados Unidos fue de 11.700 millones de dólares, frente a 85.000 millones de dólares en 2000. Se trata de una tasa de crecimiento muy rápida. Según las estadísticas estadounidenses, el ritmo es aún más rápido. En 2000, el volumen comercial alcanzó los 11,5 mil millones de dólares estadounidenses. Además, los intercambios sociales (educación, cultura, personal, etc.) entre China y Estados Unidos también son muy frecuentes. Según las estadísticas estadounidenses, actualmente hay más de 50.000 estudiantes chinos estudiando en universidades estadounidenses, lo que representa varias veces más que el número total de estudiantes enviados a los Estados Unidos por la Unión Soviética en más de 70 años. Por tanto, las relaciones entre China y Estados Unidos son extremadamente complejas.

En segundo lugar, las relaciones entre China y Estados Unidos no son simplemente una relación entre países, sino cada vez más una relación entre dos sociedades. Especialmente en Estados Unidos, un gran número de grupos sociales o fuerzas políticas han intervenido abierta y legalmente en las relaciones chino-estadounidenses, lo que hace imposible que el gobierno de Estados Unidos decida por sí solo su política hacia China en muchos casos y sólo puede responder pasivamente a presión social. Como resultado, la política gubernamental se convierte en la variable dependiente y no en la variable independiente. Por lo tanto, en algunos casos, las relaciones chino-estadounidenses muestran una situación en la que toda la sociedad estadounidense trata a la relativamente débil administración china. Dado que el gobierno siempre será una pequeña parte de la sociedad (aunque es la parte más importante), el modelo de relación antes mencionado entre sociedad y gobierno no es bueno para China. Por otro lado, el cambio más profundo en China en los últimos 20 años ha sido la transformación de la relación entre el Estado y la sociedad, de un "Estado fuerte y una sociedad débil" a un "Estado y sociedad relativamente equilibrados". Como resultado, el papel de los factores sociales en la diplomacia china, especialmente en la diplomacia estadounidense, ha comenzado a aumentar. En el corto plazo, esto hace que el entorno de formulación de política exterior de China sea más complejo, mientras que en el largo plazo coloca las relaciones chino-estadounidenses en una nueva estructura de sociedad con sociedad.

En tercer lugar, un trasfondo básico de las relaciones chino-estadounidenses es el desequilibrio de poder entre los dos países: Estados Unidos es más fuerte y China es más débil. Sin embargo, con el ascenso de China, por primera vez desde la Guerra Fría, ha surgido una nueva tendencia en la que el poder de los dos países avanza hacia un equilibrio. Esta nueva realidad trae nuevos desafíos a ambos países. Para Estados Unidos, se trata de adaptarse a una China cada vez más poderosa. Para China, es necesario darse cuenta de que en las relaciones chino-estadounidenses, o en la relación general de China con la comunidad internacional, el factor chino es cada vez más importante, las propias políticas de China desempeñan un papel cada vez más importante y China da forma al entorno externo. Las capacidades de China son cada vez más fuertes, por lo que China tiene requisitos cada vez mayores para su propio comportamiento y políticas. Este es un trasfondo extremadamente importante. En este contexto, la calidad de las futuras relaciones entre China y Estados Unidos depende cada vez más de las políticas de China.

En cuarto lugar, las relaciones entre China y Estados Unidos no sólo son importantes para los dos países, sino también para toda la región de Asia y el Pacífico. En cierto sentido, las relaciones entre China y Estados Unidos tienen un impacto global. Por eso los países vecinos y otras grandes potencias estarán muy preocupados si surge un problema en las relaciones entre China y Estados Unidos.