Quién fue el fundador de los antiguos Juegos Olímpicos (revelando las leyendas y mitos históricos de los antiguos Juegos Olímpicos griegos)
Mitos y Leyendas de los Juegos Olímpicos
Olimpia era hijo de Zeus y Tifón. Es el santo patrón de los deportes, la cultura y el arte en la mitología griega. Según la leyenda, una vez construyó un templo en el monte Olimpia en honor a su padre Zeus. Se cree que este templo es el lugar de nacimiento de los antiguos Juegos Olímpicos.
El origen de los Juegos Olímpicos antiguos
Los Juegos Olímpicos antiguos se originaron en el año 776 a.C., cuando los griegos celebraron una gran competición deportiva en el Monte Olimpia. El objetivo de este juego es honrar a Olimpias y a su padre Zeus. Las competiciones incluyen carrera, salto de longitud, lanzamiento de disco y boxeo.
El desarrollo de los Juegos Olímpicos antiguos
Con el paso del tiempo, los Juegos Olímpicos antiguos se convirtieron gradualmente en un importante evento deportivo. En el siglo V a.C., las guerras entre las antiguas ciudades-estado griegas continuaron, pero los Juegos Olímpicos en el Monte Olimpia se convirtieron en un lugar pacífico. Aquí los atletas de varias ciudades-estado pueden demostrar su fuerza a través de competiciones y al mismo tiempo realizar intercambios culturales y artísticos.
Reglas de los Juegos Olímpicos Antiguos
Los Juegos Olímpicos antiguos tenían algunas reglas especiales. En primer lugar, sólo los hombres libres podían participar en los juegos; a las mujeres y no se les permitía participar a los esclavos. En segundo lugar, todas las guerras deben detenerse durante el juego para garantizar la seguridad y la equidad del juego. Finalmente, todos los concursantes deben prestar juramento en el Monte Olimpia de respetar las reglas y el espíritu de la competencia.
La decadencia de los Juegos Olímpicos antiguos
Los Juegos Olímpicos antiguos duraron hasta el siglo IV, cuando el Imperio Romano conquistó Grecia. Los romanos no se tomaban los deportes tan en serio como los griegos, por lo que los antiguos Juegos Olímpicos perdieron gradualmente su influencia. Finalmente fue prohibido por el emperador romano Hodosio I en el año 393 d.C.