Diez principales coincidencias de la historia

En el último año de la Primera Guerra Mundial, el oficial de caballería británico, el mayor Somerford, luchó en los campos de Flandes. Un rayo lo derribó del caballo y lo dejó paralizado de cintura para abajo.

Seis años después, se mudó a Vancouver, Canadá. Una vez, mientras iba a pescar, el mayor Somerford fue alcanzado nuevamente por un rayo y su lado derecho quedó paralizado.

Dos años después de su recuperación, un día de verano, fue a un parque local. De repente empezó a llover intensamente y un rayo volvió a caer sobre él, provocándole una parálisis de por vida.

Murió dos años después.

Sin embargo, cuatro años después de su muerte, su tumba de piedra fue destruida, alcanzada por un rayo.