En ese país se inventó la primera grabadora de la historia.
En 1927, O'Neill inventó la cinta de papel para grabar señales eléctricas, que más tarde se convirtió en una grabadora.
En 1929, tras la grabación de películas sonoras, aparecieron las películas sonoras en chip, anunciando el desarrollo de la tecnología de grabación de películas ópticas.
Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, se impulsó el desarrollo de grabadoras y se utilizó ampliamente en el ejército, comisarías de policía, emisoras de radio y otros campos. En particular, se ha utilizado el registrador en papel desarrollado por la empresa alemana AEG y se ha mejorado considerablemente el rendimiento. Al final de la guerra, un equipo técnico estadounidense descubrió la grabadora en Alemania y quedó asombrado por sus avances. Después de la guerra, Estados Unidos heredó esta tecnología de grabadora.