Superbacterias en la historia
MRSA es una bacteria resistente a los medicamentos, abreviatura de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
MRSA se descubrió por primera vez en el Reino Unido en 1961. Su mecanismo patogénico no es diferente al del Staphylococcus aureus común, pero el peligro es que no responde a la mayoría de los antibióticos y puede causar una inflamación fatal en personas infectadas.
En la primavera de 1992,
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recibieron información de que la eritromicina se había topado con un enemigo poderoso.
En la zona rural de Wisconsin, NAC-A, una pequeña clínica de una comunidad indígena, descubrió que 20 pacientes padecían la misma enfermedad: primero aparecieron ampollas y forúnculos en la piel, y pronto apareció un absceso en el costado. de la garganta, drenando pus. Sus músculos murieron rápidamente y luego desarrolló síntomas de neumonía y estaba muriendo.
La epidemia se extendió rápidamente a 24 comunidades circundantes y todavía se produjeron casos esporádicos hasta 1999.
Los médicos del CDC descubrieron que el tratamiento con eritromicina era ineficaz contra este patógeno.
Este año, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una advertencia temprana al país: un terrible asesino finalmente escapó de la prisión y acechó entre la población general.
1997, (se estima que Z es MRSA).
Se ha descubierto otra variante de CA-MRSA en el estado de Nueva York que porta una potente toxina codificada por un gen llamado PVL.
Se trata de un péptido, un compuesto formado a partir de aminoácidos, que provoca una explosión de células inmunes llamadas neutrófilos, destruyendo la principal defensa contra las infecciones y destruyendo rápidamente los pulmones en 24 horas, provocando la muerte.
Existen 17 variedades similares.
Su aparición significa que la familia MRSA comienza a salir del hospital y empieza a matar gente.
Las cárceles, gimnasios y otros lugares se han convertido en nuevas bases para las infecciones por CA-MRSA. El patógeno se propaga rápidamente en el Reino Unido y Estados Unidos, y tiene tendencia a propagarse a nivel mundial.