Unirse a la Organización Mundial del Comercio es un acontecimiento histórico en el proceso de reforma y apertura de China.

Diez años antes de unirnos a la Organización Mundial del Comercio, nos integramos activamente con las reglas de la Organización Mundial del Comercio. China ha revisado un gran número de leyes, reglamentos administrativos y políticas nacionales relacionados con el comercio, la inversión y el acceso a los mercados. El sistema legal y regulatorio se ha vuelto más completo, la transparencia de las políticas ha mejorado considerablemente y las barreras comerciales arancelarias y no arancelarias se han reducido. Año tras año, la protección de la propiedad intelectual y los sistemas de estándares técnicos se han vuelto más completos. La internacionalización ha sentado una base sólida para que China avance hacia un sistema económico abierto en todos los aspectos.

Si bien respeta activamente las normas de la OMC, cumple los compromisos de la OMC y promueve la liberalización del comercio y la facilitación de las inversiones, China ha participado activamente en el mecanismo de solución de disputas comerciales, el mecanismo de revisión de políticas comerciales y el mecanismo de negociación comercial multilateral de la OMC. Su papel cambió rápidamente de aprender y adaptarse a un desempeño calificado, y ha sido ampliamente reconocido por la comunidad internacional en el mantenimiento del orden comercial justo internacional y el uso de reglas para defender sus derechos e intereses legítimos.

Este año se cumple el vigésimo aniversario de la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio. Situado en un nuevo punto de partida histórico, mirando hacia atrás en el arduo viaje y los brillantes logros de los últimos 20 años, es de gran importancia explorar y profundizar un nuevo sistema económico abierto con mayor autonomía y resiliencia estratégicas, y participar activamente en, promover y liderar la reconstrucción del sistema de gobernanza económica global.