La Red de Conocimientos Pedagógicos - Conocimientos de formación/capacitación - Alentar a las generaciones más jóvenes a no olvidar la historia.

Alentar a las generaciones más jóvenes a no olvidar la historia.

Breve:

No olvides la humillación nacional y recuerda la historia. La historia es un eco del pasado hacia el futuro, y vale la pena aprender las lecciones aprendidas de ella para siempre. Aprecie ese profundo recuerdo y trátelo como una preciosa piedra de lastre, que permite al barco de la nación china atravesar las olas y ayudar al mar.

Larga:

La historia de China es un pergamino largo, con capítulos magníficos y gloriosos, pero también el dolor de las montañas y los ríos rotos, y la pérdida de poder y humillación del país durante más de cien años. El gran rejuvenecimiento de la nación china en los tiempos modernos comenzó precisamente a partir de este profundo sufrimiento. Desde el día en que nació nuestro partido, nuestro destino ha estado vinculado a la historia de lucha épica de toda la nación. Si no afrontamos el pasado turbulento y humillante, el enorme impacto de “cambios sin precedentes en mil años” en esta antigua nación, y entendemos el proceso de trabajo duro y sudor de generación en generación para sobrevivir, fortalecer el país y enriquecer a la gente, no podemos recordarla verdaderamente. La lección de "quedarse atrás será derrotado" no podemos comprender verdaderamente la verdad de que "el camino determina el destino" y no podemos sentir verdaderamente la asombrosa cohesión y la fuerza centrípeta del mundo. patriotismo. Se puede decir que las leyes profundas del ascenso y caída de los países y el código espiritual de la supervivencia sin fin de la nación contenidos en la historia son una riqueza eterna que siempre debe usarse para aprender del presente, usarse como recursos y usarse. educar a la gente y no debe quedar enterrado en el tiempo. Sus profundidades nunca deben desaparecer de nuestra memoria.

Cuando estaba haciendo las maletas y yendo a otro lugar, mis antepasados ​​me recordaron que el nirvana no es el éxito. Cuando escribí mi primer bolígrafo, mi profesor me dijo que mantuviera la mente abierta. Cuando estuve en el extranjero, el santo miró las olas conmigo y me recordó que todos en el mundo somos hermanos, porque ese es el coraje que debemos tener. Cuando vi a esos empresarios extranjeros caminando por la arena amarilla para llegar a la capital, les di un puñetazo.

Yo, todavía te recuerdo en aquel entonces, nunca olvidaste tu camino. Yo, he visto esta valla, no la cierro por la noche. Esta fue la era gloriosa en la que usted y yo. Los países vinieron a Corea para amenazar, pero no para cometer crímenes.

Acéptalo, ¡gracias!