Un poema en prosa inspirador de unas 40 palabras.
Tener metas de futuro
siempre nos alegra.
Como una polilla gris volando hacia la llama
Dispuesta a ser prisionera del fuego
Lo que se balancea son tus pasos sin parar.
Son tus hermosas borlas las que vuelan.
En los días del enamoramiento
¿Quién sabe?
¿Qué es dulce?
¿Qué es el sufrimiento?
Solo debes saber
Si estás seguro, no lo dudarás.
Si quieres perder, pierde en la persecución.
Si quieres casarte, cásate felizmente
Este poema nos dice que siempre debemos fijarnos una meta en la vida. No somos dioses y siempre fallamos. Quizás algún día apaguemos incendios y acabemos con nuestras vidas como polillas grises. . Pero en el proceso, dimos nuestros propios pasos y mostramos nuestra propia chispa. No nos importa si es amargo o dulce. Pero debemos encender nuestras vidas con nuestros ideales y emprender un camino sin arrepentimientos. Deberíamos tener una vida vigorosa, sin éxitos ni fracasos de aficionados. Aunque fracasemos estrepitosamente en nuestra búsqueda, también podemos tener la felicidad con la que soñamos. . . Triunfar o morir es nuestra determinación. . . . Si quieres perder, pierde por la búsqueda; si quieres casarte, cásate por la felicidad. . . . . . . .