Después de graduarme en la Universidad de Pekín, fui a vender carne de cerdo. Hoy doné 900 millones a mi alma mater. ¿Cómo debo elegir mi vida?
Primero, mantén tu intención original y haz lo que realmente quieres hacer. Muchas personas no piensan claramente en lo que realmente quieren cuando toman decisiones en la vida. Simplemente siguen a la multitud, no piden ayuda del corazón, siguen su voz interior y no tienen una gran fuerza de voluntad. Tan pronto como hay una voz de duda, se darán por vencidos, sin saber lo que realmente quieren.
En segundo lugar, no te preocupes por las dudas del público sobre los demás y sigue siempre tus propios arreglos internos. La mayoría de la gente tiene una mentalidad de rebaño. Cuando aparecen voces negativas entre la multitud, dudarán de sí mismos y se preocuparán por las opiniones de los demás, lo que afectará sus elecciones y, por tanto, su juicio. Como resultado, no podía concentrarse en sus propios asuntos, por lo que el público esperaba a este graduado de la Universidad de Pekín y nunca pensó que vendería carne de cerdo. Sin embargo, un comportamiento tan aparentemente anormal lo hizo rico.
En tercer lugar, debes ser firme en tu elección. Después de elegir tu propio camino, no cambies fácilmente y avanza con valentía. Lo más tabú a la hora de elegir un camino en la vida es estar indeciso. Eligiendo esto y queriendo elegir aquello, cogí las semillas de sésamo y perdí la sandía, y finalmente no logré nada. Lo único que podemos hacer es ser firmes en nuestras elecciones. Después de reafirmar esta creencia, no la cambie a voluntad y avance con valentía para lograr este objetivo. Incluso si este sueño al final no se hace realidad, ganaremos mucho en el proceso.