Historia del desarrollo de las comunicaciones por satélite
En agosto de 1960, se lanzó el satélite de lanzamiento pasivo Echo, completando por primera vez la comunicación de retransmisión de retardo activo. En julio de 1962, AT&T lanzó el satélite de comunicaciones de órbita baja "TELESTAR-1", que logró transmisiones transatlánticas de telefonía, televisión, fax y datos de 6 GHz/4 GHz y sentó las bases técnicas para los satélites comerciales.
Debido al limitado empuje del cohete en aquel momento, la altitud del satélite no superaba los 1.000 kilómetros. Estos satélites se denominan satélites de órbita baja. Para recibir señales de los satélites, la antena de la estación terrestre debe seguir constantemente al satélite. Cuando el satélite gira hacia el otro lado de la Tierra, la estación terrena tiene que dejar de funcionar y continuar el seguimiento después de girar nuevamente hacia este lado, por lo que la comunicación entre la estación terrena y el satélite sólo puede realizarse durante unas pocas horas.
En julio de 1963, la NASA lanzó SYNCOM-II. Una vez aumentada la altitud orbital, el tiempo que tarda el satélite en orbitar el ecuador de la Tierra es igual al tiempo que tarda la Tierra en girar una vez. Este tipo de satélite está opuesto a la estación terrestre, por eso se le llama satélite geoestacionario. Hasta ahora, después de 20 años, se ha completado el experimento de los satélites de comunicaciones y se ha reconocido ampliamente el valor práctico de las comunicaciones por satélite.