Cómo educar a un niño de trece años
Cuando un niño no quiere ir a la escuela, primero averigüe el motivo y luego proporcione medidas correctivas. Por ejemplo, puede ser que no te lleves bien con tus compañeros de clase en la escuela, o que el profesor te regañe a menudo, o porque no puedes seguir el ritmo de tu progreso en los estudios y nadie puede responder a tus preguntas, lo que Te cansa de estudiar y no quieres ir a la escuela. Haga un seguimiento oportuno. Hable con su hijo o maestro para descubrir por qué.
2. Conócelos y no los culpes.
Los padres pueden aprender más sobre sus hijos. ? 13 años, recién ingresado a la secundaria. Muchas veces, debido a que la tarea en la escuela secundaria es más pesada que en la escuela primaria, los niños empiezan a cansarse de estudiar. En este momento, los padres deberían comunicarse más con sus hijos. Por supuesto, en el proceso de comunicación con sus hijos, los padres no deben culpar demasiado a sus hijos. Después de todo, el niño se encuentra en una etapa rebelde. Demasiadas críticas sólo harán que su hijo se sienta cada vez más resentido con usted y, finalmente, no se abrirá a usted.
3. Estimular el interés de los niños por aprender
Los niños están cansados de aprender porque han perdido interés en aprender, lo que les lleva al aburrimiento psicológico del aprendizaje. En este momento, los padres pueden cambiar sus métodos educativos. Por ejemplo, al aprender inglés, puedes ver películas en inglés para estimular el interés de los niños y enamorarlos del aprendizaje.
4. Comunicarse con los profesores
Comuníquese activamente con los profesores para comprender la situación de los niños en la escuela y pídales que elogien a los niños en clase cuando sea necesario. Anime a su hijo a tener confianza.
5. Pasa más tiempo con tus hijos
Fomentar la relación entre padres e hijos es importante tanto para los padres como para los hijos. Si los padres descuidan la comunicación y el juego con sus hijos y sólo se centran en el rendimiento académico, los niños que ya están estresados se deprimirán más y se volverán aún más rebeldes. La contribución de los padres debe ser sentida por sus hijos de manera efectiva.
6. Los padres deben aprender a entrar en el mundo interior de sus hijos.
Algunos padres nunca prestan atención a lo que dicen sus hijos, pensando que las ideas de sus hijos son infantiles y no tienen valor de referencia. De esta forma, el niño ya no quiere comunicarse con sus padres. Los padres que escuchan atentamente no sólo pueden comprender mejor los pensamientos de sus hijos, sino también hacerlos sentir respetados por sus padres.
7. Reducir la presión y animarles más.
También es posible que el niño no quiera ir al colegio porque hay demasiada presión por parte de los padres. Por lo tanto, los padres no deben presionar demasiado a sus hijos todos los días, y mucho menos compararlos con otros niños. Cuando los niños hacen algo bien, se les puede animar más y una presión adecuada puede resultar motivadora, pero demasiada presión puede ser contraproducente.