Prosa de invierno 500
En invierno, el norte de China tiene un paisaje único. Como en un instante, un par de manos omnipotentes convirtieron el mundo en un mundo de hielo y nieve. El hielo crece por todas partes, la nieve vuela por todas partes y hay ojos puros y transparentes por todas partes. Era como si todo el espacio se hubiera congelado y el tiempo se hubiera detenido. En este momento, no puedes evitar olvidarte de ti mismo, como si fueras el hielo plateado, fueras el trozo de nieve.
Solo echa un vistazo. La Gran Muralla se extiende miles de kilómetros por dentro y por fuera, y ya no se puede ver ningún segundo color. Solo vi una vasta extensión, que se extendía en la distancia hasta que las montañas, las nubes y el cielo ya no estaban separados. Verá, entre semana, el rugiente río Amarillo ha dejado de hacer ruido, sin rastro de olas ni ondulaciones. Es sólo silencio, silencio. La meseta es ondulada e innumerables elefantes corren salvajemente, como si quisieran competir con el Dios Todopoderoso.
En trance, el cielo se despejó y un sol rojo salió lentamente. En el campo de nieve cristalino, parecía haber cien flores compitiendo por la belleza. Esta vasta tierra es tan hermosa...