Una historia sobre un secuestro
Compré cinco o seis cuerdas de 3 metros, un trozo de cinta adhesiva, un cambiador de voz y un cuchillo porque quería secuestrar a mi enemiga: Sasha. Saqué mi cambiador de voz y dije que era plomero. La pipa de Sasha acababa de estallar, así que me abrió la puerta. En el momento en que se abrió la puerta, salté al suelo, la cerré, saqué mi cuchillo y lo acerqué al cuello de Sasha. ¿Sasha dijo? Dije: ¡Quiero secuestrarte! ¡Llévame al dormitorio! Sasha estaba asustada y me escuchó. Dejé el cuchillo, cubrí la boca de Sasha y la empujé sobre la cama. Saqué la cinta y pegué cinco capas de cinta adhesiva en la boca de Sasha, luego até el cuerpo de Sasha con una cuerda y la llevé a casa. Le quité las zapatillas a Sasha y estaba a mitad de camino cuando me sorprendí.
Pensé para mis adentros: ¡Los piececitos de Sasha son tan hermosos! No podía esperar para quitarle los zapatos a Sasha y empezar a jugar con sus pies.
Primero puse los pies de Sasha en mis piernas con las manos y luego los olí con la nariz. Un olor llega a mis fosas nasales. ¡Los pies de Sasha huelen tan bien! Empecé a rascar las suelas de los pies de Shasha de nuevo, oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooel mantrealed ...