Recitación de poesía de educación familiar
Lo que la “vida” anhela son los niños.
Vienen por ti, pero no de ti,
Aunque están contigo, no te pertenecen.
Puedes darles amor, pero no darles pensamientos.
Porque tienen sus propias ideas.
Puedes cubrir sus cuerpos, pero no puedes cubrir sus almas.
Porque sus almas viven en la casa del mañana, con la que jamás podrás soñar.
Puedes intentar imitarlos, pero no puedes agradarles.
Porque la vida no retrocederá ni se quedará en el ayer.
Tú eres el arco, y tus hijos son las flechas de la vida en la cuerda.
El arquero apunta su mira al objetivo infinitamente distante y te llena de poder divino, haciendo que sus flechas se disparen rápido y lejos.
Que tu "doblar" en la mano del arquero se convierta en alegría;
Porque él ama la flecha voladora y el arco quieto.