La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de redacción de artículos/tesis - Cuando me gradué de sexto grado, yo mismo escribí un poema de despedida.

Cuando me gradué de sexto grado, yo mismo escribí un poema de despedida.

El verano pasado

Nos despedimos.

Ver caras conocidas

No pude evitar llorar de nuevo

Deslizando suavemente las yemas de mis dedos

Borrando los pensamientos de despedida

p>

Las olas que se avecinan son más turbulentas,

También nos embarcaremos en un nuevo viaje.

Esta clase solía ser muy ruidosa,

Esta clase solía ser muy feliz,

Esta clase solía discutir entre ellos,

En esta clase hubo momentos conmovedores.

Cada seis años,

Escuela Primaria Shengli,

el lugar donde comienzan los sueños.

Cada vez que entro por la puerta del campus,

Cada vez veo una cara familiar.

Seis años, ni demasiado largos ni demasiado cortos,

¡La vida en el campus siempre es tan agradable!

¿Cuántas pruebas hemos vivido?

Uno tras otro, los mafiosos han ido creciendo, madurando y volviéndose sensatos.

A veces nos sentimos confundidos,

A veces nos sentimos solos,

A veces nos sentimos tristes,

A veces nos sentimos solos,

A veces nos sentimos tristes,

A veces nos sentimos solos,

p>

Al final, es felicidad.

El momento de la despedida

Me duele el corazón

Dejar la escuela primaria

No me atrevo a afrontarlo.

No quiero afrontarlo

Los gusanos de seda en primavera tejerán hasta morir

Las velas se apagan y brillan.

Al enfrentarme al maestro

Grité mil veces en mi corazón.

Maestro, ¡gracias por tu arduo trabajo!

Pero no puedo decirlo.

Al enfrentarse a los compañeros de clase.

Quiero abrazarla y llorar juntos

Pero tengo miedo de este abrazo.

Ya no soporto separarme.

El encuentro es el destino, pero el encuentro significa separación.

Las dificultades están entrenando, ¡pero después del entrenamiento viene el éxito!

El aire es fresco en otoño y la fragancia del arroz se desborda. Esta es la imaginación de la tierra de todas las cosas.

Las golondrinas extendiendo sus alas y las águilas volando son el anhelo de los pájaros; el cielo azul;

Piedras, melocotones y ciruelas son fragantes, ¡esa es la esperanza de nuestra alma mater!

De la mano, avanzar sin miedo, plantar una semilla de fe en nuestro corazón, nutrirla con diligencia, cultivarla con trabajo duro, esperar su crecimiento y nunca defraudar las expectativas de nuestra alma. materia!