¿Qué artículos de divulgación científica existen sobre la alimentación humana?
1. El picante no es un sabor, sino dolor.
Cualquier comida picante es indispensable para una sustancia llamada capsaicina, que es el ingrediente activo del chile. Debido a esto, tu lengua experimenta una sensación de ardor. Cuando la capsaicina estimula los receptores del dolor en la lengua, envía una alerta de dolor al cerebro. Al mismo tiempo, la temperatura de la lengua aumenta y los órganos sensoriales de todo el cuerpo reciben señales de dolor.
2. ¿Por qué algunas personas saben a cilantro a jabón?
Si te gusta el cilantro o no parece ser una cuestión de preferencia personal, pero las investigaciones han descubierto que esta preferencia en realidad está relacionada con la genética. Un gen llamado OR6A2 puede hacer que las personas perciban la presencia de acetaldehído, que también se encuentra en el jabón. Esta coincidencia puede explicar por qué algunas personas piensan que el cilantro huele a jabón.
3. ¿Por qué el pescado huele mal y huele mal?
El olor a pescado del pescado proviene principalmente de una sustancia llamada trimetilamina, que es secretada por muchos organismos marinos para bajar la temperatura de los fluidos corporales. La trimetilamina también se secreta cuando los microorganismos descomponen animales y plantas.
4. ¿Por qué los alimentos que antes odiabas se vuelven deliciosos?
La respuesta es que nuestras papilas gustativas cambian constantemente. Las papilas gustativas de las personas desaparecen gradualmente con la edad. Muchos de los sabores que consideramos “degustación” en realidad se experimentan a través de receptores olfativos. Las papilas gustativas ya no se regeneran con la edad, por lo que las personas mayores ya no son sensibles al gusto. Cuanto más envejecen, más les gustan los alimentos de "sabor intenso".
5. ¿Por qué quiero tirarme un pedo después de comer frijoles?
El azúcar de las judías se compone principalmente de una gran cantidad de oligosacáridos, pero este azúcar no puede ser digerido y absorbido por el sistema digestivo humano, por lo que pasa intacto por el intestino delgado y llega al intestino grueso. La descomposición bacteriana produce azufre y metano desagradables, que se emiten como gases de escape.