¿Qué tal escribir una historia sobre la mayoría de edad y una historia interesante sobre la infancia?
Historia de crecimiento
Sin saberlo, crecí. Mi infancia fue colorida, con alegría, enojo, tristeza, alegría, tristeza y alegría. Todavía recuerdo un incidente que ocurrió en segundo grado.
Fui a participar en la segunda Olimpiada Nacional de Matemáticas del Foro Juvenil de Matemáticas “Into the Wonderful Mathematics Garden” celebrada en el Palacio de los Niños.
Cuando entré al Palacio de los Niños, me dije con confianza: "Definitivamente ganaré el primer premio. Definitivamente lo haré". Antes del examen, el supervisor nos dijo: "Estudiantes, Haz el examen. Debes tener cuidado. No hables ni susurres durante el examen, de lo contrario obtendrás 10 puntos". Tan pronto como sonó el timbre, comencé a responder las preguntas con seriedad. Fui cauteloso, temeroso de cometer errores. El tiempo pasa tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos, pasó una hora y media y para entonces ya había terminado de escribir. Cuando estaba revisando cuidadosamente, el compañero de atrás me pidió que le pasara un bolígrafo al compañero de enfrente. Se lo entregué sin pensarlo dos veces. Inesperadamente, esta escena fue captada por el supervisor, quien dijo que a todos se les descontarían diez puntos primero. De esta manera se pierde lo precioso. En ese momento, yo era realmente "una persona tonta que comía Coptis chinensis; ¡era demasiado doloroso describirlo"!
Después de clase, caminé lentamente a casa. Regresé decepcionado por capricho.
Cuando llegué a casa, me quejé agraviada con mi madre. Siento que el supervisor fue demasiado lejos. Mamá dijo: La disciplina en la sala de examen es como las reglas de tránsito, todos deben cumplirlas, sin importar el motivo. De lo contrario, las consecuencias serán desastrosas. Entonces, ¿quieres ver un caos de tráfico o un caos en la sala de examen causado por un oficial de policía o un maestro irresponsable? Lo descubrí, maestro. Sí, rompí las reglas.
Después de que salieron los resultados de la prueba, solo gané el segundo premio, pero sabía que si no hablaba en la sala de examen y no violaba las reglas de la sala de examen, podría ganar el primer premio.
Con el tiempo me ha enseñado a observar la disciplina en todo momento. Se quedará conmigo cuando crezca.