La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de redacción de artículos/tesis - Una historia sobre la lealtad del perro

Una historia sobre la lealtad del perro

De hecho, todo perro es leal. Déjame contarte mi propia experiencia. No puedo decir que fue lealtad, pero mi familia y yo lloramos.

Hace tres años, una amiga le regaló a mi tía un perro, del que se decía que era un perro jorobado. Se parece un poco a un perro de lomo negro. El perro tenía más de 2 meses cuando llegamos, pero mi tía no tenía experiencia. Quizás el método de alimentación sea incorrecto. El perro se quedó muy pequeño y vomitaba de dolor todos los días. Mi tía y yo encontramos un hospital para mascotas en el distrito de Nangang, en la ciudad de Harbin, y le pusimos inyecciones al perro durante tres días seguidos, pero la condición del perro aún no mejoraba. El perro se debilita día a día y en las últimas etapas es básicamente imposible controlar sus extremidades. Todos los días se quedaba allí tumbado, tan flaco que ni siquiera podía insertar una aguja. Comienza con caca negra y luego se vuelve roja. Después de no comer ni beber durante varios días, comenzó a tener sangre en las heces. Sin embargo, a pesar de que su cuerpo estaba así, cada vez que vomitaba o hacía caca, salía tambaleándose del dormitorio y se dirigía al lugar designado en la habitación. baño, pero después de sacudirse ese día, nunca regresó. Todos estamos preocupados. Había estado tendido allí durante el último día con sangre goteando de su boca. Después de que pasamos, él realmente nos miró, con lágrimas literalmente brillando en sus ojos. Mi tía y yo quedamos impactados por esta escena y lo llevamos de regreso a la casa. Después de entrar a la casa, apenas podía mantener los ojos abiertos y luego gimió con voz ronca. Mi tía siguió abrazándolo. En ese momento, se quedó en silencio. Mientras cenábamos, el perro ladró fuerte dos veces en la habitación (no había ladrado tan fuerte desde que llegó) y todos corrimos hacia allí. En ese momento falleció con lágrimas en los ojos y la lengua colgando. Su tía intentó con todas sus fuerzas volver a meterle la lengua en la boca, pensando que podría salvarle la vida, pero cada vez que la volvía a meter, ésta volvía a salir. Antes de irse, se sentía miserable porque era débil e irracional y no nos causaba ningún problema. Este es un perro. No importa qué tipo de perro sea, no importa lo caro que sea, los perros siempre serán los amigos más leales de las personas.