Una colección completa de obras sobre títeres.
He visto muchas representaciones, pero la que más me impresionó fue un espectáculo de marionetas que se realizó en la escuela.
La actuación está a punto de comenzar. Los alumnos están muy contentos y con ganas de venir al patio de recreo. No podían esperar a ver el espectáculo de marionetas. Comienza el espectáculo. Con el acompañamiento de la música, muchos dragones y leones saltaron uno tras otro, saltando como niños traviesos, los dragones y leones bailaron con gracia y los fénix bailaron con gracia. Después de varios minutos de maravillosa actuación, los estudiantes aplaudieron calurosamente.
Uno de ellos es la historia de "un alumno de primaria". Principalmente: cuando un estudiante de primaria vio caer a una anciana, corrió y trató de ayudarla a llegar al hospital, pero no pudo ayudarla. Un tío pasaba por allí y el estudiante de primaria lo detuvo y le pidió que la llevara al hospital, pero él tenía prisa por ir a trabajar y se fue a toda prisa. Luego de que el tío se fue, los alumnos de primaria encontraron una billetera en el suelo, así que la recogieron y le dijeron a la abuela que suponía que al tío que acababa de pasar se le había caído la billetera. Los estudiantes de primaria dijeron alegremente: "Ahora tengo dinero para ayudarte a ir al hospital". Pero la abuela les enseñó a los estudiantes de primaria a devolver la billetera a su dueño original. El tío volvió buscando su cartera, empapada de sudor. Cuando el tío vio la billetera en manos de los alumnos de primaria, pensó que se la habían robado y quiso golpearlos. La abuela regañó a mi tío y le dijo que un alumno de primaria lo había recogido y quería devolvérselo al dueño. El estudiante de primaria le devolvió la billetera a su tío. El tío se sintió muy avergonzado y culpable, por lo que él y el estudiante de primaria ayudaron a la anciana a ir al hospital. Esta historia nos dice que sólo ayudándonos y comprendiéndonos unos a otros la sociedad podrá volverse más cálida.
La historia más apasionante es "El travieso conejo blanco". Un día, el conejito blanco caminaba aburrido y vio un puesto de sandías, así que lo destruyó. Todo esto no pudo escapar a los ojos del tío granjero. No criticó al conejito blanco en ese momento. En cambio, trató de hacer que el conejito blanco "se arrepintiera". Al día siguiente, el tío granjero colocó el espantapájaros falso en medio del puesto de sandías y el conejito blanco volvió a pasar. Cuando no ve a nadie, no tiene miedo de ver espantapájaros falsos causando estragos. En ese momento, el tío granjero necesitaba ayuda de sus compañeros de clase, por lo que preguntó qué compañero se acercaría para cooperar. Todos levantaron la mano.