Descomponer toxinas bacterianas patógenas
Una forma en que las bacterias patógenas causan enfermedades es segregando poderosas toxinas, como el ácido oxálico, que pueden interferir con el sistema inmunológico de los tejidos vegetales. Los estudios han demostrado que muchas bacterias fitopatógenas, como B. cinerea que causa el moho gris de las plantas, Sclerotin-ia spp y Sclerotirum spp. que causan la esclerotinia de los cultivos, pueden secretar ácido oxálico. Como importante toxina vegetal, el ácido oxálico puede acumularse y aumentar en las células huésped, reducir el pH del ambiente interno y aumentar la actividad de las enzimas que degradan la pared celular (enzimas ácidas como la poligalacturonasa, celulasa y hemicelulasa interna y externa), que favorece la expansión de bacterias patógenas en los tejidos del huésped, por otro lado, puede inhibir las actividades de importantes enzimas de reacción de defensa en los tejidos vegetales: fenilalanina amoníaco liasa (PAL) y polifenol oxidasa (PPO), retrasando o impidiendo que las plantas produzcan; resistencia sistémica y reducir la resistencia a las enfermedades de la planta, además, la capacidad quelante del ácido oxálico también tiene un efecto tóxico directo en las células huésped, cambiando la permeabilidad de la membrana de las células huésped, provocando un desequilibrio electrolítico y se combina con iones de calcio para formar sal de oxalato de calcio; Los cristales, el bloqueo de conductos y haces vasculares eventualmente conducen al marchitamiento de las plantas y otras enfermedades (Maxwell et al., 1970; Riou et al., 1991). Se ha informado que Trichoderma puede degradar el ácido oxálico, logrando así el propósito de prevenir y controlar las bacterias patógenas de las plantas. Para-masivan et al. (2013) encontraron que el filtrado del cultivo de T. viride TVB1 (0,79 mg/ml) podría degradar el ácido oxálico producido por S. rolfsii y reducir directamente la incidencia del vitíligo. Yadav et al. (2012) aislaron 15 hongos que podían crecer en medios que contenían 50 mm de ácido oxálico de muestras de suelo de la rizosfera de la llanura del Indo-Gangético y la clasificación de secuencia ITS (espaciador transcrito interno) mostró que pertenecían a Aspergillus, Fusarium. y Trichoderma, se estudiaron sus efectos antagonistas sobre S. sclerotiorum de colza y se encontró que estas cepas pueden inhibir el crecimiento del patógeno de prueba. El extracto activo de Trichoderma cepa S7 muestra una evidente actividad de oxalato oxidasa y puede degradar hasta un 23% del ácido oxálico después de 60 minutos de cultivo, lo que tiene un buen potencial para el control biológico.
La toxina RS es una toxina específica producida por el patógeno del tizón de la vaina del arroz (R. solani) y contiene principalmente carbohidratos con esqueletos de a-glucosa y manosa. La toxina RS es específica del huésped y puede purificarse a partir del filtrado del cultivo (CFTox, Culture Filtrate Toxin) y de las vainas de hojas de arroz inoculadas con patógenos (SBTox, Sheath Blight Toxin). Shanmugam et al. (2001) descubrieron que un hongo de biocontrol, T. viride TvMNT7, podía crecer en SBTox y CFTox. La proteína antifúngica purificada era una α-glucosidasa de 110 kDa, que mostró una fuerte resistencia a la toxina RS. puede inhibir la germinación esclerocial y el crecimiento de hifas del hongo Sheath Blight. La secuenciación N-terminal muestra que su secuencia de aminoácidos no tiene homología con otras a-glucosidasas conocidas.