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Poema en prosa de primer grado: Hojas que caen con el viento otoñal

El viento otoñal sopla de repente y el estanque se llena de elegantes hojas de loto. Tan rico como la escarcha, con una especie de tímida flor de loto, se suma a la naturaleza trágica y sombría. Tiantian es como la falda de una bailarina y el cielo es tan hermoso como una escultura de jade. Dejarse llevar por el paso del tiempo hacia un paraíso desconocido, dejando sólo hermosos recuerdos en sueños.

Un alto álamo junto al estanque susurra en otoño. Las hojas cayeron una por una y algunas se arremolinaron en el aire durante mucho tiempo antes de caer al suelo de mala gana. Parece muy reacio a dejar a su madre, Big Yangshu, quien lo crió. A menudo miro hacia atrás y digo adiós. Algunos cayeron de las ramas de arriba y colgaron de las ramas de abajo. Fue un abrazo sincero y un apego persistente. El viento otoñal es despiadado y el otoño se queda sin palabras. Después de temblar por un rato, se vio obligado a abandonar la rama y aterrizó lentamente en el agua. Hay una gruesa capa de hojas caídas al lado del estanque. De repente, entre el amarillo, aparece una hoja de color verde oscuro, que es muy brillante. ¿Por qué esta hoja es tan joven? Quizás sea la última hoja en flor de un álamo temblón. No ha completado el curso de la vida, pero todavía sueña con la juventud. De mala gana, el despiadado viento otoñal llegó según lo previsto con pasos pausados ​​y rostro frío, y se vio obligado a abandonar las ramas como otras hojas.

Finalmente se separan y no les queda otra opción. ¿A quién le importa una hoja verde que aún no ha crecido?

Sopló otra ráfaga de viento otoñal y el estanque se volvió ruidoso. La voz parecía decir: espera hasta el año que viene.

¡Ay! Vi que no estaban deprimidos ni tristes, se estaban gestando tranquilamente, gestando una primavera más brillante y mejor...

Wow - interrumpido por un estallido de aplausos y el ruido de los niños mis pensamientos. Resulta que no muy lejos del estanque hay un palacio para niños. Un anciano de pelo blanco con un pañuelo rojo brillante flotando sobre su pecho les contaba a los niños historias sobre héroes antijaponeses. Los niños quedaron conmovidos por las lágrimas del pequeño héroe que sacrificó su vida por el país en la historia.

Aún es el otoño silencioso, con el susurro del viento otoñal.