Prosa naranja
Respuesta: Mi padre plantó los naranjos que compré con sus propias manos, los cuidó muy bien y esperó a que maduraran. Después de que las naranjas estuvieron maduras, no quiso comer ninguna, pero me dio el primer lote de naranjas maduras no muy lejos de Wanli.
Mi padre sigue emocionado y ansioso, esperando que maduren las naranjas. ¿Qué dice la actuación de su padre sobre su entusiasmo y deseo? Respuesta: Cuando mi padre vio la primera nevada por teléfono, se emocionó como un niño. Mi padre dijo, ¡las ramas están llenas de flores y la fragancia viaja miles de millas! Cuando los aldeanos elogiaron la fragancia de las flores de naranjo, mi padre mostró una expresión tímida como la de un niño que había sido elogiado por la maestra y dijo que este árbol es una excelente variedad que mi hijo trajo del condado. En esos pocos meses, siempre recibíamos llamadas de mi padre cada pocos días. ¡La naranja es tan grande como un dedo! ¡La naranja es tan grande como una pelota de ping pong! ¡Las naranjas son tan grandes como los huevos! ¡Algunas naranjas son amarillas! ¡Cuántas naranjas son amarillas! ¡Papá siempre habla de naranjas!
(3) Más tarde, mi padre se quedó sin dinero vendiendo naranjas, entonces, ¿por qué siguió vendiéndolas?
Respuesta: Porque este árbol es una excelente variedad que mi hijo trajo del condado.
(4) Cuando mi padre ya no pudo avanzar, le di las naranjas restantes a un viejo amigo y le dije que la fruta estaba agotada y que el precio era casi un centavo más alto que en años anteriores. ¿Cómo entiendes mi engaño?
a: Consuela a mi padre y hazlo feliz.