La Red de Conocimientos Pedagógicos - Aprendizaje de redacción de artículos/tesis - Composición para el primer grado de secundaria: Yo soy para él (ella)——

Composición para el primer grado de secundaria: Yo soy para él (ella)——

No solo es mi oponente en la cancha, sino también un compañero de clase a quien respeto. Quiero animarlo...

Lo animo porque la escuela ¿Qué pasó? ...

Fue en la clase de educación física el jueves por la tarde. Nuestra clase iba a tener un partido de baloncesto. Todos estaban nerviosos y emocionados. A mí me asignaron al primer grupo y él al segundo.

El juego comenzó. Como todos en mi equipo eran expertos en baloncesto, tuvieron la ventaja desde el principio, mientras que su equipo siempre había sido muy pasivo. Vi al capitán de nuestro equipo hacer una bandeja de dos pasos y medio y el marcador cambió de tres a cero a cuatro a cero en medio de los vítores. Miré los rostros de mis oponentes y todos parecían abatidos, excepto él, que no parecía abatido.

Mientras continuaba el juego, el base de mi equipo estaba a punto de disparar. Se apresuró y le dio al base un "gran bote". Vi la sonrisa en su rostro. Después de eso, su equipo salió de la crisis bajo su liderazgo. Los constantes ataques de su equipo mantuvieron el marcador ajustado. Cuando se relajó, tomó el balón, pasó por alto a los jugadores maduros de su equipo y envió la pelota a la canasta. Esta vez, el marcador estaba empatado trece a trece.

Faltando solo los últimos segundos, el equipo me dio la tarea de hacer el último tiro. Estaba con mucha presión porque la defensa de su equipo se volvió muy buena debido a la gran moral. El juego continuó. El delantero corrió hacia la canasta. Él y dos compañeros corrieron hacia adelante para intentar detenerlo. El delantero de repente lanzó el balón hacia atrás y el balón llegó a mis manos. Quería correr y bloquear el tiro, pero el balón ya había salido de mi mano y entró volando. Mi equipo ganó y miré a su equipo. Nadie se desanimó. Quizás fue porque pasaron de cero a 13 puntos. Creo que sin su arduo trabajo y su falta de voluntad para darse por vencido,

su equipo no habría podido salir del hoyo. Pensando en esto, lo animé en silencio... Este incidente todavía me deja una profunda impresión hasta el día de hoy. Admiro su espíritu de no darse por vencido y de perseverar hasta el final, y lo aplaudo.