El principio y el final del ensayo sobre la ambición.
Cada uno tiene sus propias ambiciones y yo no soy una excepción. Tuve mi primera ambición cuando era muy joven. Ser una mujer policía. La ambición entonces parecía ridícula e infantil ahora. En ese momento, realmente me enamoré de los hermosos uniformes policiales de las mujeres policías, paradas en medio de la carretera con ellas para dirigir el tráfico. Pero pronto mi ambición cambió, porque poco a poco entendí las penurias y dificultades de ser una mujer policía.
Así que convertirme en pintor se convirtió en mi segunda ambición. Soy muy sensible a la pintura desde pequeña y también me gusta mucho pintar. A menudo dibujo algunas "obras maestras" para mostrárselas a mis padres. Cuando mis padres supieron que me gustaba pintar, inmediatamente me inscribieron en clases de arte. Quizás sea por la naturaleza juguetona de los niños. Después de tomar clases de arte, me aficioné menos al dibujo. Incluso se quedó sin clase de arte para jugar con sus compañeros. Así, mi segunda ambición quedó en nada.
Cuando tuve mi tercera ambición, estaba en tercer grado de la escuela primaria. Mi ambición en ese momento era ser maestra. Al crecer, tuve contacto con muchos profesores, algunos de los cuales eran mayores y tenían más experiencia. También hay gente joven e inexperta. Pero no importa qué tipo de profesores sean y qué materias enseñen, me gustan todos. En el futuro, subiré a un podio alto como ellos y enseñaré a mis alumnos.
Ahora soy un estudiante de quinto grado. Hoy ya no soy un niño que no sabe nada. Tengo mis propios conocimientos e ideas únicos sobre algunas cosas. Ahora mi ambición es ser una persona que contribuya a la sociedad. Quizás dirás que esto no es ambición. Pero en esta larga vida de estudios, no estoy seguro de si mi ambición volverá a cambiar. Pero de lo que estoy seguro es que lo que nunca cambiaré es ser una persona que aporte a la sociedad y a toda la humanidad.
Hoy en día, muchos estudiantes suelen hablar de sus elevadas aspiraciones y ambiciones. Pero a menudo no hago las pequeñas cosas que deberían hacerse bien a mi alrededor. Incluso algunas éticas sociales básicas no se implementan. Si queremos realizar nuestras ambiciones, debemos partir de las pequeñas cosas que nos rodean y de nosotros mismos. No debemos tener la idea de "no hacer el bien o hacer el mal". ¡Construye una base sólida para tu ambición para que finalmente puedas lograrla!