Conferencia de inglés literario 3 minutos
Hoy, como su presidente, subo a este podio para hablar por última vez. Al despedirme, quiero agradecerles a todos ustedes (estudiantes, profesores, exalumnos y personal) con quienes he tenido el placer de trabajar a lo largo de los años. Algunos de nosotros hemos tenido nuestras diferencias, pero sé que lo que nos une pesa más que lo que nos divide. Me despido con el corazón lleno, agradecido por la oportunidad que he tenido de liderar esta destacada institución.
Hoy hablaré desde este podio por última vez como Presidente. Antes de irme, me gustaría agradecer a todos los estudiantes, profesores, exalumnos y personal con quienes he tenido el gran honor de trabajar durante los últimos cinco años. Algunos de nosotros tenemos perspectivas diferentes, pero sé que sabemos mucho más que nuestras diferencias. Dejo Harvard con satisfacción y gracias por la oportunidad de dirigir esta destacada escuela.
He aprendido mucho desde que pronuncié mi discurso inaugural hace 56 meses: sobre la educación superior, sobre el liderazgo y sobre mí mismo. Me parece que algunas cosas son diferentes a como eran hace cinco años. El mundo al que ingresan hoy los graduados de Harvard es completamente diferente del mundo al que ingresan los gerentes.
He aprendido mucho desde que pronuncié mi discurso inaugural hace 56 meses: sobre educación superior, liderazgo y superación personal. En mi opinión, las cosas son diferentes ahora que hace cinco años. El mundo al que ingresan hoy los graduados de Harvard es muy diferente del mundo al que ingresaron los gerentes en aquellos años.
En este mundo, las oportunidades nunca han sido mayores para quienes saben enseñar a leer a los niños, o quienes saben repartir el riesgo financiero, para quienes entienden de células y píxeles, esto es lo mejor; ; para aquellos que pueden dominar las normas legales, las tradiciones religiosas, las plataformas informáticas y las opiniones políticas y navegar por ellas con facilidad.
En el mundo actual, estas personas tienen oportunidades sin precedentes: saben enseñar a leer a sus hijos; saben combinar inversiones; entienden los conceptos básicos de las células de memoria y los píxeles; pueden dominar todo tipo; de código, creencias tradicionales, plataformas informáticas y opiniones políticas.
Este es también un mundo donde algunas personas se están quedando cada vez más atrás, aquellas que no tienen educación, aquellas que están atrapadas en la pobreza y la violencia, aquellas para quienes la igualdad de oportunidades es solo una palabra vacía.
Al mismo tiempo, en el mundo actual, algunas personas se están volviendo cada vez más obsoletas. Se trata de personas sin educación, sumidas en la pobreza y la violencia, para quienes la igualdad de oportunidades es sólo una frase vacía.
Los avances en ciencia y tecnología nos permiten comprender las partes más profundas del universo, los ingredientes más básicos de la materia y el milagro de la vida.
Los avances tecnológicos nos están permitiendo explorar las fronteras del universo, los ingredientes más básicos de la materia y las maravillas de la vida.
Mientras tanto, hoy en día, las acciones e inacciones humanas ponen en peligro no sólo la vida en la Tierra;
Al mismo tiempo, hoy en día, lo que los humanos hacen y dejan de hacer pone en peligro no sólo la vida en este planeta, sino también la vida en él.
La globalización ha hecho que el mundo sea más pequeño, más rápido y más rico. Aún así, el 11 de septiembre, la gripe aviar e Irán nos recuerdan que un mundo más pequeño y más rápido no es necesariamente un mundo más seguro.
La globalización ha hecho que la Tierra sea más pequeña, más rápida y más rica. Aún así, el 11 de septiembre, la gripe aviar e Irán nos recuerdan que un mundo más pequeño y más rápido no es de ninguna manera más seguro.
Nuestro mundo está lleno de conocimiento, pero necesita desesperadamente sabiduría. Ahora, cuando los fragmentos sonoros son cada vez más cortos, cuando la mensajería instantánea está desplazando a los artículos y cuando las vidas personales se vuelven más locas, nuestro mundo necesita graduados universitarios que puedan reflexionar profundamente.
Estamos en un mundo donde el conocimiento está explotando, pero necesitamos urgentemente sabiduría. Ahora, cuando los fragmentos de sonido (entrevistas periodísticas) son cada vez más cortos, la mensajería instantánea ha eliminado los ensayos y la vida personal se ha vuelto una locura, el mundo todavía necesita estudiantes universitarios que puedan pensar profundamente.
Por todas estas razones, creo, y creo aún más firmemente hoy, en la misión única e irremplazable de la universidad.
Por estas razones, creí en la misión única e irreemplazable de la universidad en el pasado, y más aún hoy.
La universidad es un lugar donde se transmite de generación en generación la sabiduría que no podemos perder. Entre todas las instituciones humanas, la universidad es capaz de ver más allá de las normas actuales hacia posibilidades futuras, de ver a través de consideraciones presentes oportunidades emergentes.
Las universidades son palacios donde los seres humanos transmiten la sabiduría indispensable de generación en generación. De todas las instituciones públicas humanas, sólo las universidades pueden trascender las normas actuales y centrarse en las posibilidades futuras. Las oportunidades repentinas se pueden notar a través del juicio actual.
Entre las universidades destaca Harvard. Con su gran tradición, reputación icónica y extraordinaria red de 300.000 alumnos, Harvard nunca ha tenido tanto potencial.
Harvard destaca entre las universidades. Con su gran tradición, reputación tradicional y extraordinaria red de 300.000 alumnos, Harvard tiene un potencial sin precedentes.
Sin embargo, las instituciones grandes y orgullosas, al igual que las naciones grandes y orgullosas en su apogeo, deben superar un riesgo muy real: que la fuerza de sus tradiciones genere cautela, lo que conducirá a un enfoque interno en el privilegio y la complacencia, permitiendo que el mundo los pasa de largo.
Sin embargo, al igual que las naciones grandes y orgullosas en su apogeo, deben superar un peligro que no puede tomarse a la ligera: la pura fuerza de sus tradiciones puede llevar a la cautela, la búsqueda de privilegios internos y una complacencia que impida que cambien con los tiempos.
Por eso quiero contarles que nuestra universidad se encuentra hoy en un punto de inflexión en la historia. En un momento como este, existe una tendencia a priorizar la comodidad y el consenso sobre el progreso y una dirección clara, pero eso sería un error. Los recursos incomparables de la Universidad (humanos, materiales y financieros) exigen que aprovechemos este momento con visión y valentía. De lo contrario, se perderán oportunidades. Podemos inspirar grandes acciones que pasarán a la historia décadas o incluso siglos después. Si Harvard puede encontrar el coraje para cambiarse a sí misma, puede cambiar el mundo.
Hoy, Harvard se encuentra en un punto de inflexión en la historia. La tendencia natural en este punto es priorizar la comodidad y la deriva sobre el progreso y la dirección, pero esto puede ser un error. Los recursos incomparables de la Universidad (humanos, físicos y financieros) requieren que aprovechemos esta oportunidad con visión y coraje, de lo contrario la perderemos. Podemos avanzar en una gran causa que la historia recordará para siempre. Si Harvard puede encontrar el coraje,