Ensayos en prosa del Día del Maestro
7. Incluso si mis sienes están grises, todavía te llamaré sinceramente: ¡maestro! ¡Frente a esta sagrada y noble palabra, siempre seré un estudiante necesitado de iluminación!
10. Tan alto como el cielo es tu mente, tan profundo como la montaña es tu bondad. ¡Por favor acepta mis más sinceras bendiciones, feliz Día del Maestro!
18. La lluvia primaveral tiñó el mundo de verde, pero desapareció silenciosamente en el suelo. Maestro, eres la lluvia primaveral que alimenta nuestros corazones. Te estaremos eternamente agradecidos.
20. Quémate sin dudarlo, libera todo el calor, toda la luz, toda la energía. ¡Maestro, eres como una vela roja, amado y respetado por los demás!
21. Maestro, si puedo luchar contra el cielo azul, ¡tú me has dado las alas para volar; si soy un guerrero que rompe las olas, me has dado el poder de hacer olas!
23. En el mar de la vida, maestro, eres como un alto faro, de pie sobre el vasto mar, ¡siempre guiando nuestro viaje hacia adelante!
25. Maestro, la gente dice que eres el pilar de la patria, no que eres el pilar de la patria.
27. El río nos empuja hacia el vasto mar, y el amanecer nos trae una mañana luminosa; maestro querido, tú nos conduces a una vida gloriosa.
32 En el podio, al lado del escritorio, el frío y el verano van y vienen, la primavera, el verano, el otoño y el invierno, poco a poco se siembra el trabajo duro. Gracias por tu arduo trabajo, maestra mía, ¡el amor no se puede olvidar! ¡Gracias maestro!
36. Ah, maestro, el ingeniero del alma humana. ¡Sólo este glorioso nombre tiene una connotación tan rica como el mar y tan profunda como el cielo azul!
Querido maestro, tu amor sincero ha despertado muchas confusiones, ha cultivado muchas confianzas en sí mismo, ha encendido a muchos jóvenes y ha destruido muchas velas.