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Salir a la educación infantil

Los niños que dejan que sus padres se preocupen tienen esta capacidad.

1. Proporcione estímulo oportuno para que los niños estén activos.

Si los niños quieren ser proactivos, deben afirmar rápidamente su comportamiento independiente y animarles a explorar con más valentía en todos los aspectos.

Por el contrario, si los adultos ignoran los comportamientos positivos de los niños o les imponen estándares estrictos, dañarán la confianza en sí mismos del niño y lo volverán dependiente y pasivo.

Por ejemplo, cuando un niño está comiendo solo, le cae sobre la ropa o al suelo. En este momento, si establece estándares muy altos para su hijo, puede decirle: "No se toma en serio cada comida. La niña del vecino come mucho mejor que usted". Estaré aún menos dispuesto a hacerlo yo mismo en el futuro.

Tanto los adultos como los niños necesitan sacar fuerza de la afirmación y el estímulo externos para desafiar las cosas más difíciles y lograr mejores yo.

2. Dar respeto y dejar que los niños se acostumbren a tomar sus propias decisiones.

Si quieres que tu hijo sea independiente, primero debes tratarlo como una persona social independiente y darle el respeto y la autoridad que se merece.

Tomemos como ejemplo un niño de dos o tres años. Cuando toda la familia sale a jugar, puedes brindarles a tus hijos una variedad de opciones, presentarles las características, ventajas y desventajas de cada lugar y dejar que los niños decidan adónde ir.

Cuando vayas al centro comercial a comprar ropa, asegúrate de determinar el grosor y el material de la ropa, y deja que tus hijos elijan los colores y estilos que les gusten. Al inscribirse en una clase de educación infantil, elija según los intereses y fortalezas de su hijo. Los niños estarán más comprometidos e interactivos en los cursos que elijan.

A medida que los niños crecen, se enfrentarán a decisiones cada vez más complejas. En este proceso, los padres deben adherirse a un principio, que es solo dar opiniones de referencia y no tomar decisiones por sus hijos.

3. Da confianza y deja que los niños aprendan a compartir responsabilidades.

Muchos padres no están dispuestos o se sienten incómodos con la idea de dejar que sus hijos compartan las responsabilidades familiares porque subestiman el potencial de sus hijos.

Tomemos como ejemplo a un niño de 3 años. Cuando un niño quiere ayudar a servir el plato, la madre lo detiene rápidamente: "Bebé, todavía eres pequeño. Las tareas del hogar son de mamá. Cuando el niño quiere ayudar a limpiar la mesa, papá no necesita tu ayuda". Sonreirá y se negará: "Cariño, esto no puedes hacer el trabajo, vamos".

La intención original de los padres es cuidar a sus hijos, pero sienten que los niños son demasiado pequeños para compartir. las responsabilidades.

Pero el mensaje que recibe el niño es: No tengo ni la capacidad ni la responsabilidad de hacerlo. Si las cosas siguen así, la excesiva dependencia de los demás y la falta de autoestima harán que los niños se desvíen gradualmente del camino de la independencia.

Confiar en los niños y brindarles oportunidades para compartir responsabilidades y darse cuenta del valor es una forma eficaz de cultivar la conciencia de independencia de los niños.