La decisión histórica de Catalina la Grande
Durante el reinado de Pedro el Grande, no logró realizar su deseo de abrir el Mar Negro al mar. Türkiye siempre ha sido el enemigo imaginario número uno de Rusia. Pero la guerra antiturca en la época de Catalina transcurrió sorprendentemente sin contratiempos. En 1768, bajo provocación rusa, Türkiye declaró la guerra a Rusia. Lo que originalmente se consideró una contienda reñida resultó mostrar la ventaja unilateral de Rusia. Logró grandes victorias en el Danubio, Crimea, el Cáucaso y el Mar Egeo. En el tratado de paz de 1774, Turquía se vio obligada a reconocer la independencia del Kanato de Crimea (luego anexado por Rusia).
Turquía, naturalmente, se negó a darse por vencida y ambas partes se estaban preparando para la guerra. En 1787 volvió a estallar la guerra entre los dos países. Esta vez, el ejército ruso, liderado por Suvorov (quien luego demostró su destreza en la guerra con Napoleón), logró una victoria más completa. Más de 20.000 personas fueron aniquiladas en la famosa batalla de Esmirna. Turquía volvió a firmar un tratado de paz como perdedora, cediendo las tierras entre el río Bug del Sur y la margen izquierda del río Dniéster, y reconociendo a Crimea como parte del territorio de Rusia. Catalina fue el mayor catalizador en la transformación del otrora poderoso Imperio Otomano en el hombre enfermo de Asia occidental.
Hay otro episodio de la Segunda Guerra Ruso-Turca. El "rey de los actores" sueco Gustav quiso aprovechar la oportunidad para atacar a la flota rusa del Báltico, pero fue derrotado. Suecia, Polonia y Turquía siempre han sido los tres objetivos principales de la expansión de Rusia en Europa y lograron un gran éxito durante el reinado de Catalina la Grande.
Mirando el territorio ruso enormemente ampliado, el emperador Catalina la Grande dijo con gran orgullo: "¡Si puedo vivir hasta los 200 años, toda Europa se arrastrará a mis pies!""